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——————————— I'm midnight rain ———————————
La apertura del año escolar no fue tan monótona como esperaba, la preparatoria a pesar de ser privada, se notaba que era muy alegre, era muy espaciosa, tenía una gran banda incluso un equipo de animadores.
Las primeras horas de clases marcharon con normalidad, las presentaciones entre compañeros y cosas así, nada fuera de lo común, pero se sentía extraño, entre tantas personas alegres, se sentía como la lluvia de media noche, solitaria cuando el sol se ocultaba.
Cómo toda lluvia, necesitaba su sol, pero hasta el momento no hizo su aparición, por un tiempo considero a Kenma como su sol, pero no estaría para resplandecer a su lado toda su vida.
O sea si, pero no de forma romántica.
Tenía temor hasta el momento de no haber tenido ni un solo interés amoroso, uno que otro crush con los famosos como Tom Hildenstone, que de por cierto no entendía como Taylor lo dejo.
Hace ya más de 2 años se había declarado abiertamente homosexual ante sus padres, quien con mucho amor aceptaron la sexualidad de su único hijo. Incluso hubo un punto donde se propuso acompañarlo alguna marcha del orgullo, por obvias razones el menor se negó a ir, con que sus padres y más allegados como lo son Tetsurō y Kenma sepan su sexualidad estaba contento.
Regresando a la realidad, logró observar desde la ceremonia de ingreso como varios ojos se posaban sobre él y murmuraban, solo optó por no prestar atención, dentro del aula de clase sintió como las miradas seguían, abrumando más el ambiente.
—¿Tendré algo en la cara....? ¿La bufanda es muy exagerada...?.—Pensó, era una persona analítica pero los nervios no le dejaban pensar.
El timbre tocó, fue un alivio por el momento, diviso como la mayoría de sus compañeros salieron, menos un grupo de chicas frente suyo, sacó un libro de su mochila para distraerse un rato. Pero a pesar de ello, sintió el ambiente un poco pesado, observó de reojo que ese grupo de chicas lo veían "disimuladamente".
El momento de tensión fue roto por el sonido de la puerta abriéndose abruptamente, dejando ver a un chico con cabello rubio claro semi-largo con mechones sueltos, ojos grises, y apostaría a que es unos cuatro o cinco centímetros más alto que Keiji.
—¡Hi-hiroshi-san!.—Exclamó el grupo de féminas, el azabache analizó al recién llegado.
—Disculpen señoritas.—El rubio se recargó en el marco de la puerta.— De por casualidad, en esta aula está ¿Akaashi Keiji?.—Tras la pregunta, el grupo dirigió su mirada al de ojos rasgados, este levantó la mirada mostrando una mirada neutral.
—Soy yo.—Cerró su libro, levantándose para chocar miradas con el más alto.
El contacto visual fue inevitable, se sintió la tensión en el ambiente, el más alto quedó hipnotizado por las orbes azul verdoso, a lo mucho el contacto duró 15 segundos, sintiendo su rostro arder.
