033

547 68 70
                                    

[6:45 AM]

Los chicos se encontraban bajando la maleta de aquella camioneta que conducía Park Jong-seong. El mayor se aseguró de que su hijo y los amigos de su hijo llegaran con bien a la isla. De cierto modo le traía recuerdos de cuando viajaba con sus amigos en su época de adolescentes. A su lado, su esposo Jungwon observaba al grupo de chicos que jugueteaban entre risas. La pareja suspiró casi que al mismo tiempo, deseando poder revivir esos bonitos recuerdos.

A la distancia pudieron ver cómo Kim Sunoo y Nishimura Riki salían de la casa con una maleta enorme. Los chicos saludaron uno a uno a la pareja que recién se asomaba. Parecían estar tomando vacaciones, pero lo que no sabían, era que estaban de luna de miel.

―Hola, tío Sunoo y tío Ni-ki ―. Saludó Gunwook.

―Hola, bebé ¿Están de paseo? ―. Preguntó Sunoo, a lo que su sobrino asintió ―. Disfruten mucho y tengan cuidado de no incendiar nada.

La risa pícara de Ni-ki salió a relucir, dejando en evidencia ciertos recuerdos que ahora causaban cierta gracia, pero que en el pasado causaron mucho dolor.

―Oh ¿Yoonsung también está con ustedes? ―. Esta vez preguntó Ni-ki ―. ¿Cómo están tus papis? ¿Jake se recuperó de su dolor en el cu-

Pero antes de que Niki pudiera terminar, la mano de Sunoo calló sus labios. Yoonsung soltó una pequeña risa en burla, pues él sabía lo que su tío quería preguntarle, así mismo, Zhang Hao hizo lo mismo. Los demás solo se preguntaban a qué se refería. Los mayores se despidieron del grupo de chicos y se acercaron a la enorme camioneta que los llevaría directo al aeropuerto. Iban a pasar una temporada en Japón por algunos negocios y no sabían cuándo regresarían.

―Kim Sunoo es más atractivo en persona ―. Murmuró Matthew ―. ¡Y su pareja lo es aún más!

―Y tiene plata ¿Qué más podría pedirle a la vida? ―. Sonrió Yujin, provocando las risas en todos.

―Por favor, trata de disimularlo un poco, Gunwook está aquí, escuchando todo.

Ricky bromeó con Yujin, el cual solo rodó los ojos y negó como si el rubio no tuviese remedio. Una vez que los padres de Gunwook desaparecieron, todos se adentraron a la enorme casa. Los chicos quedaron con la boca abierta al ver lo bonita que era por dentro. Tenían una piscina en el patio, un minibar en la sala, una enorme televisión que parecía una sala de cine. Muchas habitaciones y una increíble azotea con juegos de mesa.

Era una casa de ensueños, ahora entendían por qué todo el que llegaba ahí, no quería irse nunca.

―Bueno, hay más de diez habitaciones aquí, pero ocuparemos solo dos ―. Mencionó Gunwook ―. No quiero que los señores de la limpieza tengan que hacer más de la cuenta solo por nosotros.

―Entonces, nosotros dormimos en una habitación y los demás en otra ¿No? ―. Habló Hanbin, refiriéndose a los grupos que de por sí, ya estaban divididos.

―Supongo que sí.

―Qué chiste, no quiero dormir con Ricky, me patea por las noches ―. Mencionó Yujin ―. Y Hao habla dormido.

―¡Eso no es verdad, feto del demonio!

Y entre peleas y chistes, todos se acomodaron en las dos habitaciones. Cada una poseía tres literas compartidas. Un baño interno, una pequeña nevera y un balcón para mirar los alrededores de la isla.

Han Yujin no podía negar que se sentía maravillado y asustado de todo lo que Park Gunwook poseía. Le parecía increíble que alguien como él fuese tan humilde, a pesar de tener todo lo que tenía. Aunque no era de extrañar, Zhang Hao también venía de una familia muy rica tanto de su madre como de su padre.

School Days » ZB1 & RIIZEWhere stories live. Discover now