¡LAS ESTRELLAS SON HERMOSAS!

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Final de:

La química de mi cerebro

Parte final.













Parte final

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Mikrokosmos—Bts.






La vida comienza al otro lado de la desesperación, y en el abismo donde me sumía cada vez más, lo entendí con claridad. Para rescatar a Jungkook de la oscuridad, primero debía liberarme a mí mismo.

Debía dejar de extinguirme.

La lluvia implacable persistía, un dolor punzante golpeaba mi cabeza, y la silla incómoda del hospital, una vez despreciada, se había transformado en un anclaje reconfortante que me mantenía cerca de él.

—Comprendo que el café no sea tu elección, pero aquí tienes uno. Te vendrá bien —Eunwoo extendió la taza con una sonrisa amable y se acercó a Suga—. Debemos mantenernos fuertes. Jungkook no desearía vernos así.

—Quiero expresar mi gratitud. Somos increíblemente afortunados de tenerlos aquí. Sin su apoyo, simplemente no podría sobrellevar esta agonía.

—Somos más que amigos, somos una familia, Suga —tomé su mano—. Formamos parte del mismo cielo, ¿recuerdas? Estamos unidos en esto. No pienso abandonarlos, ni ahora ni nunca. La vida puede ser dura, pero también es hermosa. Ustedes me han mostrado esa belleza. No todo es sombrío, no todo es triste, y aunque la oscuridad nos envuelva ahora, estoy seguro de que volveremos a brillar.

Cuando los brazos de Eunwoo nos abrazaron a ambos, percibí la fuerza que irradiábamos por encima de las adversidades. Sentir tanto no era motivo de vergüenza, sino una joya preciada. En aquel camino solitario, encontré seres que detenían el tiempo para contemplar el mar, convertían la arena en polvo de estrellas e iluminaban sueños en la oscuridad. Estas almas trascendían las apariencias, las sonrisas, las lágrimas, la ira y el dolor. Vivían y sentían desde lo más profundo del corazón, y ese sentir nos había llevado justo hasta ese momento.

Me rodeaban personas que me comprendían, que, a pesar del dolor y las cicatrices, me tendían la mano.

Me salvaste.

Y es que nunca es tarde ni demasiado temprano para formar parte de algo, para ser quien realmente deseas ser. No hay límite de tiempo; debemos comenzar cuando lo sintamos. Podemos cambiar o quedarnos donde estamos. No hay reglas para esto. Debemos vivir una vida de la que nos sintamos orgullosos. Y si descubrimos que no lo estamos, debemos tener la fuerza para empezar de nuevo.

LA QUÍMICA DE MI CEREBRO   [Corregida]Where stories live. Discover now