En la suite de Hanna, Elizabeth observaba mientras Hanna emergía de detrás de la cortina del vestidor con un deslumbrante vestido plateado.
—¡Tará! ¿Cómo me veo?—Pregunto.
—¡Guau, Hanna! Vas a incendiar el baile, todos hablarán de tu vestido.
—¿En serio crees eso?—sonrió.
—Obligaré a la gente a hablar de él si hace falta.— bromeó.
—Vamos a elegir tu vestido, no queremos llegar tarde al baile.
—Busquemos un vestido despampanante.— sonrió.
Después de unos instantes, Elizabeth salió del probador con un vestido lavanda adornado con cristales que rodeaban todo el torso.
— ¿Qué opinas?
—El vestido no viste a la dama, la dama lleva el vestido.— En otras palabras, te ves espectacular.— ¿Nos vamos?"
—Después de ti, Hanna.
Hanna y Elizabeth llegaron al salón de baile del castillo de Olivia, donde Maxwell las recibió con una reverencia.
—Damas, es un placer volver a verlas.
—Eso es... muy formal de tu parte. ¿Qué te pasa?— preguntó confundida.
—Esta noche represento al ducado de Ramsford en este importante evento social.—explico.
—Eso suena como algo que diría Bertrand.
—Me ha estado llamando toda la noche para recordármelo.— dijo desanimado.
—O sea que debes comportarte o Bertrand nunca te dejará en paz.
—Algo así.
—¡Ahhh, Olivia contrató una orquesta completa para esta noche!—exclamó hanna emocionada.
—Se dice que eres una excelente música, Hanna.
—Eh, no... No lo soy.—respondió sorprendida.
—¿De verdad? —Recuerdo haber escuchado que eras una pianista virtuosa.
—A veces toco, pero solo por diversión.
—¡Me gustaría escucharte tocar alguna vez!—Exclamo Elizabeth.
—De hecho, vi un piano en el otro salón, estaba pensando en escabullirme y tocar allí esta noche.—Puedes venir si quieres, ahora deberíamos buscar nuestros lugares y sentarnos.
Elizabeth miró alrededor del salón y leyó las elegantes tarjetas con nombres de cada lugar.
—¿Dónde nos sentamos?
—Ah, sobre eso, mi mesa es la principal con Olivia y el príncipe,Pero ustedes dos están en la mesa más alejada; supongo que Olivia organizó los lugares.—respondio Maxwell.
—¿Olivia me puso en la mesa de atrás? Bueno por lo menos la compañía será mucho mejor en nuestra mesa,no te ofendas, Maxwell.—respondió Elizabeth.
—No te preocupes Elizabeth,¡Si pudiera, me sentaría con ustedes!—sonrió.—Eh, quise decir... Me honra sentarme con Olivia.— dijo seriamente.
—Tranquilo, no se lo diremos a Bertrand.
—Lamento dejarlas, pero…
—No te preocupes por nosotras, Maxwell. Elizabeth y yo la pasaremos bien de todas formas.—Respondio hanna.
Maxwell se sentó en la mesa principal, mientras Hanna y Elizabeth se dirigieron a la mesa de atrás, donde encontraron a un rostro conocido.
—Bienvenidas a la mesa de los exiliados.—Comento Drake.
