SOLSTICIO DE INVIERNO VII

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Nos encontrábamos en el pasillo fuera de la habitación de Nathan, esperando a que mi padre saliera para darnos buenas noticias. Cody y Will estaban un poco deprimidos al haber experimentado tal escena, y Jeremy parecía serio, pero tranquilo, mucho más que hasta un rato antes de que ocurriera todo.

—Has reaccionado muy bien —apoyé mi espalda en la pared, al lado de él.

—Bueno, ha sido suerte más que nada —miró al frente.

—No lo creo, sabías lo que hacías. Parecía como si ya fueras enfermero —sonreí cuando me miró.

—En realidad hice un curso este verano —se separó de la pared y se estiró disimuladamente.

—¿Un curso? —le miré extrañado.

—Me informaron sobre una oferta de un curso semi-presencial de enfermería y me pareció interesante —se encogió de hombros—. Como en verano no tenía tanto trabajo, tuve tiempo para estudiar —metió sus manos en los bolsillos del pantalón.

—Vaya, qué bien.

—Sí, ahí fue cuando me planteé seguir estudiando enfermería —se apoyó de nuevo, esa vez frente a mí.

—Por eso volviste... —reflexioné en voz baja.

—Así es. Si hubiera seguido viviendo solo, no podría habérmelo permitido, así que hablé con mi madre y vimos que sí que podría hacerlo con todos los ahorros que tenía si volvía a vivir con ella.

—Pues cuánto me alegro de que te ofrecieran ese curso.

—¿Por qué? —me miró con curiosidad.

—Gracias a eso es que estás aquí —me giré hacia la puerta, ya que mi padre al fin la estaba abriendo. Antes de eso, pude ver cómo Jeremy bajaba su cabeza avergonzado—. ¿Cómo se encuentra Nathan? —pregunté ansioso.

—Está estable. Debido a su enfermedad, sufre muchos ataques de anemia y se le ha juntado con una bajada de tensión, pero está bien. Jeremy lo ha hecho genial con el masaje cardíaco por si acaso y en dar el aviso tan rápido —miró al rubio y le dio un apretón en el hombro con sus dedos.

—Me alegro de haber sido de ayuda —sonrió.

—¿Por qué no cenas esta noche con nosotros? —propuso mi padre—. Te haré las mejores costillas de todo Calgary como agradecimiento—sonrió de lado.

—No hace falta —rio.

—Insisto —mi padre le miró más serio.

—¡Yo quiero costillas! —intervino Cody, dando emocionado un salto.

—¿Ves? —le habló a Jeremy, girando el cuerpo hacia su hermano—. ¡Claro que sí! Para ti también hay —frotó su mano en el pelo del pequeño.

—Yo también —Will puso ojitos.

—Habrá que preguntarle a tus padres —carcajeó.

—Entonces me quedaré sin costillas —hizo un puchero con su labio inferior.

—¿Por qué? —preguntó Cody.

—Mañana es lunes y hay clases... —suspiró.

—Bueno, te guardaré alguna —dio una palmada en su espalda, haciéndonos reír debido a la cara que puso su amigo.

—Cody, no podemos ir —le desanimó Jeremy.

—Bueno, que venga tu hermano. Tú quédate en casa, que ya le llevo yo de vuelta después —le guiñé el ojo al pequeño y miré cómo Jeremy rodaba los suyos.

SEASONS; Un Amor A Través De Las EstacionesWhere stories live. Discover now