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Reflexioné sobre el discurso de mi madre mucho más de lo que me hubiera gustado. Estaba claro que algo andaba mal. No tengo ningún interés en el negocio de los mortífagos, pero todo lo que puedo decir es que era una buena espía cuando era niña.

El primer error que cometieron mis padres fue dejarme quedarme afuera mientras ellos tenían sus reuniones.

Y cuando se mencionan las palabras "matar" y "Harry Potter", no puedes esperar que me mantenga al margen.

Aunque mi fascinación por el niño que vivió no comenzó hasta mis años en Hogwarts, escuchaba sus historias a menudo. Con padres que apoyan activamente a Voldemort, las historias me contaban de manera muy vulgar.

En pocas palabras, descubrí la verdad de lo que le pasó al señor oscuro leyendo los libros yo misma.

Daba miedo en ello. El regreso del Señor Oscuro fue aterrador para mí. La confianza de mi padre ha aumentado demasiado durante el último año y yo le tenía miedo. El único lugar donde me sentía segura era Hogwarts.

Y después de esa pequeña conversación con mi madre, no me siento segura en ningún lado.

Dejé mis pensamientos a un lado y salí de mis mantas. La luz del sol se asomaba a través de las cortinas, haciéndome entrecerrar los ojos. Al final de mi cama había cajas de regalos y cartas.

Dejé escapar un profundo suspiros y sonreí levemente al pensar en Theo enviando cartas de amor el día de Navidad. Cogí una caja y desaté la cinta. Era tradicional que Daphne y yo nos enviáramos adornos hechos a mano todos los años.

Decidiste tomar la ruta de la risa este año, asegúrate de que tus padres no se enteren de esto... ¡Feliz Navidad!

- Tu favorita, Daohne

El adorno estaba pintado de rojo con un ala plateada. Las palabras estaban escritas con tinta blanca en el frente del orbe.

'Amante de Potter'

Intenté reprimir una risita─. Esa idiota.

─¡Alicia! ─el grito de mi madre irrumpió en la casa─. ¡Levántate, no me obligues a enviar un elfo doméstico allí!

Los latidos de mi corazón se aceleraron mientras rebuscaba entre las cajas, tratando de ocultar el adorno.

─¡Ya voy, madre!

Bajé corriendo las escaleras, sin molestarme en cambiarme ni en arreglarme el nido en la cabeza. Mis padres se sentaron en lados opuestis del sofá.

─Te despertaste bastante tarde esta mañana ─mi padre intervino.

─Lo siento, estaba abriendo mis regalos.

─Hm, tenemos una nota para ti ─mamá sacó una carta─. Los elfos domésticos estaban teniendo problemas para recibirlo a través de seguridad, ¿tienes alguna idea de por qué?

Abrí el sobre. Cuando vi de quién era, mi corazón dio un vuelco.

Lo siento, terminaré el proyecto después de las vacaciones, lo prometo. Feliz Navidad, supongo.

- Harry Potter

Me quedé mirando la nota durante mucho tiempo; desconcertada por el hecho de que se molestara siquiera en mencionar su desaparición.

─¿De quién es? ─la voz de mi padre me hizo mirar hacia arriba.

─Eh- Adrian, lo conocen ─mentí.

Él se rió entre dientes─. Ah, el chico Pucey, un verdaderi caballero, de verdad.

Mientras mi padre se alejaba divagando acerca de lo afortunados que eran los Pucey de tener a Adrian como hijo, mi madre seguía mirándome furiosa. Su atención iba y venía entre la nota y yo.

Ella supo.

POLAR, harry potterWhere stories live. Discover now