POLAR, harry potter

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Punto de vista de Harry;

Cuando abra su bolso, encontrará una poción y una nota.

La nota, dos frases.

A Harry no le gustaba guardar secretos.

La poción, un pequeño vial lleno de mayores posibilidades.

Tampoco le gustaba su forma de actuar cuando estaba borracha.

Y entonces le metieron una poción y una nota en su bolso. Sabía que ella le daría mejores usos que él.

-

Theodore Nott fue perspicaz.

En otras palabras, revelador. Notando los detalles más pequeños, pero sólo las cosas que realmente le importaban.

Algunos pueden percibir esto como egoísta.

─No es de extrañar que aquí huela a estiércol de vaca quemado ─dejé caer mi bolso junto a la silla en la que Theo estaba sentado con las piernas apoyadas en la mesa; una cuarta parte del cigarrillo gastado entre sus dedos.

En lugar de mirarme ni reconocerme, se volvió hacia Daphne, que estaba sentada a su lado con un libro en la mano.

─¿Oíste eso, Daph? Ella habla.

Su expresión era despectiva. Como si fuera una niña de primer año ofreciéndoles dulces para un viaje a Hogsmeade.

─¿En qué estas?

Theo dio otra calada y luego aplastó el fondo en un cenicero─. Daphne, ¿tienes las notas de Pociones?

─No.

─¡Oh! Yo las tengo ─empecé a abrir mi bolso.

─¿Ah, sí? ¿No estás reprobando la clase?

─No... realmente nunca-

─El señor Potter es muy útil, ¿no? ─dijo en pura burla.

Suspiré─. No me vengas con esta mierda, Theo. ¿Quieres las notas o no?

─Quiero que me expliques por qué no has regresado a los dormitorios en las últimas dos semanas ─se cruzó de brazos como si acabara de pronunciar la declaración más amenazadora hasta el momento.

─¿Semanas? No han pasado semanas. Daphne-

Daphne parecía enferma y pálida─. No hemos hablado desde hace tiempo, Alicia.

─¿Q-qué quieres decir? ¡Estuvimos juntos en mi cumpleaños!

─Tu cumpleaños fue hace un mes.

Parecía que la lluvia y los truenos no habían cesado en días.

Un relámpago cayó en el cielo.

Tragué saliva─. Está bien, bueno, ya estoy aquí. Informenme.

─No funciona de esa manera ─dijo Daphne.

Me quedé mirando su figura encogida. Algo pequeño que Theo no notó. Posiblemente porque no le importaba.

─¿Qué quieres decir? Y Daph, ¿estás bien-?

─¿Sabes por qué a Astoria se le permite ser tan rebelde como ella? ─Theo interrumpió─. Ella se lo prometió a Malfoy, por eso.

─Sabes, a veces tienes que aprender a callarte, Nott.

─Eso es lo que hacen, Shallow ─continuó─. Venden a los malos para que sean libres pero comprometidos. Eso los mantiene bajo control.

Boom. Otro relámpago.

─No te estoy siguiendo-

─Oh, pero tú, Alicia. Pero eres tan libre que es increíble. ¿Sabes cuántos sangre pura matarían por tu mano?

─No me importa.

─¡Y ese es el problema! ¡No te importa! Lo estás dando todo por sentado ─se acercó para susurrar─. Y cuando Potter te deje, te use para tus conexiones, te arrepentirás cada segundo.

Boom.

─No entiendo cómo es eso- cómo lo hiciste- cómo todos saben-

El labio de Daphne tembló y todo lo que una vez supe se derrumbó.

Respiré profundamente─. ¿Daphne...?

Las lágrimas comenzaron a brotar espontáneamente de sus ojos. Ella permaneció en silencio y casi inmóvil. Todo lo que ella hizo fue asentir con la cabeza.

Sentí que mi corazón descendía hasta mi estómago. De repente, verla llorar, ver su culpa me hizo sentir débil. Como un peón rodeado de caballos y reinas.

¿Cómo pudo haberlo hecho? Y por todo este tiempo, culpé al Parkinson.

Boom.

Me mordí el labio inferior y miré a Theo.

─Si tuvieras una idea de la mitad de las cosas que sucedieron esta semana, creo que tendrías al menos un poco de remordimiento por mí, Nott.

─¡Te estás arruinando! Necesitas a alguien que pueda ajustarse a tus estándares.

─No necesito que me digas lo que necesito. La última vez que lo comprobé me necesitabas, así que mantén la maldita boca cerrada.

Me dio la mirada más espontánea que jamás había visto. Como se suponía que debía leer su mente.

─¡Por supuesto que te necesitaba! ¡Pero ahora sé que estabas tan enamorada de Potter que no notaste nada más!

Boom.

Miré a Daphne de nuevo. Tenía los ojos inyectados en sangre.

─¿Te escuchas a ti mismo ahora mismo? ¿Cómo puedes sermonerme sobre mi percepción cuando tus palabras salen de tu boca, matan a todos los que las escuchan, pero vuelan sobre tu propia cabeza? ¡Eres un pedazo de mierda egoísta!

─¡Nosotros estamos tratando de ayudarte!

─¿Nosotros? Esto parece un poco unilateral, en mi opinión.

Greengrass estaba sollozando.

─¡Estás cometiendo un error!

─¡Vete a la mierda, Nott!

Contuve mi propio sollozo y miré a Daphne por última vez. Sus ojos prácticamente pedían perdón.

Boom.

Contuve la respiración y sacudí la cabeza antes de girar hacia la salida de la sala común.

¡Crash!

Ese no fue el sonido de un trueno.