🖤12

105 19 5
                                    


La fiesta de cumpleaños de Nana

Todo se volvió terriblemente incómodo después de eso... Las cosas fluyeron lentamente y, por si fuera poco, su mente se estaba negando a quedarse en paz.

—¿No crees que el hombre de afuera era el padre de Nana?

—Supongo que sí, porque se veía exactamente igual.

De repente, la voz de Seungcheol parece venir de alguna parte. Cuando miró y buscó, vio que el hombre de físico delgado estaba parado casi a sus espaldas.

El sujeto es padre de la amiga de Nana, lo había visto a la distancia unas cuantas veces en el pasado. Un Omega, que se casó con un Beta.

El omega es delgado, pero tiene una atmósfera neutral y hermosa. Mark inconscientemente, siempre miraba directo a su cuello cuando pasaba junto a él. A unos centímetros de la nuca, las marcas de unos dientes estaban estampadas con bastante fuerza. Cómo un tatuaje... Le tenía mucha envidia, para ser honesto. Tal vez, porque eran como la mayoría de los matrimonios y familias de San Diego. Comunes, en paz y sin ningún tipo de problema.

"Alfa y omega fueron hechos el uno para el otro."

Era una inscripción tan falsa que hasta daba risa.

—Eres el padre del niño, ¿verdad? —de pronto se acercó a él, y extendió la mano como si fueran amigos de toda la vida. Parecía ser de esos padres que eran muy curiosos.— Hola, nuestra nena va al preescolar con Nana. Conocemos a tu madre y todo eso.

Mark lo miró, con una sonrisa más que fingida.

—No, no es mi hijo.

—Ya veo, si no es tu hijo... ¡Eres el tío entonces! Justo estaba hablando con mi esposo sobre su padre...

Mark estaba bastante incómodo con el ritmo que estaba tomando la conversación. A un costado, su madre hacía un gesto extraño con las manos para pedirle perdón.

—Entramos, y había un hombre rubio con un caballo pequeño. El ambiente a su alrededor era muy inusual así que pensamos que...

—Perdón, ¿Cómo que caballo? ¿Quién tiene un caballo?

Fue en ese momento, como si hubieran esperado esa pregunta, que el grito de un niño llegó a toda prisa a los oídos de su padre.

Mark corre como un loco y va de inmediato al patio... Solo para descubrir que los ojos de todos los invitados estaban enfocados en un mismo lugar. Las conversaciones solo hablaban de una cosa.

—Ay, Dios mío. Dios mío, Dios mío.

—Mark, ¿Qué vas a hacer?

Volvió la cabeza hacia su madre, pero solo respondió:

—¡Dios mío!

Un leve gemido se filtró inconscientemente también... Nana y Yuta entraban juntos por la puerta trasera. ¡Y ellos tenían razón! ¡Había un maldito caballo blanco allí! Más bien, un pony...

Yuta toma las riendas y se dirige lentamente hacia el jardín. Nana que está sobre una sillita de montar, lleva un sombrero de vaquero en la cabeza. Con una cara emocionada, sostiene el mango que está frente a él y... De nuevo están allí, esos ojitos brillantes.

El niño se estaba riendo a carcajadas.

—Un pony.

Mark murmuró esto como si no hubiera más remedio... Pero sus sentimientos se estaban volviendo complicados otra vez.

Yuta, con una mirada orgullosa, simplemente arrastra las riendas del caballo de Nana y deambula a lo ancho de todo el jardín... Además de eso, aunque es la primera vez que monta, Nana se sienta en la parte posterior del caballo por su cuenta y lo disfruta tan naturalmente como nunca antes. De vez en cuando, incluso aplaude y vuelve a reír.

Dear, Nana || YumarkWhere stories live. Discover now