¿Yo, embarazado? [Jikook]

Chapter Ten

Un Jeep wrangler negro se estacionó en el único espacio libre que había a cinco cuadras, de ahí salió un chico vestido completamente de negro de pies a cabeza, con sus botas de montaña, pantalones rasgados en la rodilla, camiseta lisa y sobre esta tenía una chaqueta de cuero, en su cabeza se encontraba un sombrero de pescador y un tapabocas del mismo color.

Varias y varios omegas que pasaban por ahí pararon y empezaron a cuchillar sobre el guapo chico que bajaba de aquel precioso auto, pero su emoción se fue cuando se percataron del aroma dulzón del chico, bufaron decepcionados y siguieron su camino como si no hubiera pasado nada.
Ahora no tenía la mirada de aquellos omegas si no de los alfas se detenían solo a apreciar el bello chico frente a ellos.

Jungkook cerró la puerta de su auto ignorando las miradas en su cuerpo, después de todo estaba acostumbrado, no era nada diferente a lo que era antes de estar embarazado, lo único que cambiaba era la casta.

Empezó a caminar dirección a su destino ignorando los chiflidos y coqueteos de albañil de algunos alfas que pasaban a su lado.

Jungkook solo suspiro y siguió su camino, hace unos días había ido con el doctor para uno de sus chequeos mensuales, su cachorrito se encontraba bien y buenas condiciones a pesar de que el papá del bebé no estaba presente, eso le había relajado mucho a Jungkook ya que tenía miedo que su bebé no creciera bien por la falta de aroma de este, sin embargo el doctor le recomendó que no estuviera ocultando tanto su aroma ya que le podía perjudicar a la larga, después de todo el feto no solo necesita el aroma del padre sino también el suyo.

Después de la consulta Jungkook hizo una videollamada con sus amigos platicando lo que el doctor le había dicho y entrando en pánico porque nadie más que él y los chicos sabían de su condición, ni siquiera sus padres o hermanos estaban enterados de que tenía eutamia y mucho menos de que estaba embarazado. Soltando su aroma significa que su gran secreto sería revelado y no estaba listo.

Así que entre todos empezaron a hacer un plan para verse todos los días fuera de su horario escolar y alejados de la casa del alfa pelinegro para que así Jungkook aprovechara esas horas y soltará su aroma.

Pero claro que liberar su aroma tenía consecuencias y eso es que tenía que soportar a varios alfas hormonales.
Después de todo un “omega” tonificado, con aroma embriagador y sin marca era una tentación para los alfas que lo veían como un pedazo de carne.

El sonido de su celular llamó su atención sacándolo del bolso de su chaqueta. Lo sacó y vio en el notificador de llamadas el nombre de su mejor amigo, rápidamente contestó.

—Yoon— saludo a la persona del otro lado de la línea.

—Ey— regreso el saludo— ya estamos aquí, también ordenamos, te pedimos un chocolate.

—Bien, ya estoy cerca, tuve que estacionarme a cinco cuadras, todos los lugares estaban ocupados.

—¿Manejaste?— El tono preocupado de Min no se hizo esperar y Jungkook tuvo que aclarar rápidamente.