¡pesadilla! Jace e Izzy

3 0 0
                                    

Izzy estaba hambrienta después de una larga jornada de trabajo. Llegó a su apartamento y se dirigió a la cocina, esperando encontrar algo de comer. Pero para su decepción, solo había un paquete de spaghetti en la alacena y nada más.

- Jace, ¿dónde está la comida? - preguntó Izzy, molesta.

- No lo sé, yo no he comprado nada - respondió Jace desde el sofá, sin apartar la vista de la pantalla.

- ¿Cómo que no has comprado nada? ¿Qué has hecho todo el día?

- He estado ocupado, tenía cosas que hacer.

- ¿Qué cosas? ¿Jugar a la consola?

- No solo eso, también he leído un libro, he visto una película y he hecho ejercicio.

- Sí, claro. Y yo soy la reina de Inglaterra. Jace, eres un vago. Podrías haber ido al supermercado a comprar algo de comida. O al menos podrías haber pedido algo por teléfono.

- No tenía ganas, Izzy. Además, no es mi culpa que no haya nada en la nevera. Tú eres la que cocina, no yo.

- ¿Y qué quieres que haga? ¿Que me coma los spaghetti crudos?

- No, que los cocines tú.

- ¿Yo? ¿Por qué yo?

- Porque tú eres la que tiene hambre.

- Y tú también, no te hagas el tonto. Vamos, Jace, no seas egoísta. Hazme unos spaghetti, por favor. Te lo pido por favor.

- No, Izzy. No quiero hacerlos. No sé hacerlos. Y no me apetecen.

- ¿Cómo que no sabes hacerlos? Es lo más fácil del mundo. Solo tienes que poner agua a hervir, echar los spaghetti y esperar unos minutos. Luego los escurres y les echas salsa de tomate. Y ya está.

- No, Izzy. No quiero hacerlos. No me gustan los spaghetti. Prefiero la pizza.

- Pues pide una pizza, pero hazme unos spaghetti a mí.

- No, Izzy. No quiero hacerlos. No tengo tiempo. Estoy ocupado.

- ¿Ocupado? ¿Haciendo qué?

- Haciendo... esto - dijo Jace, señalando el mando de la consola.

- ¿Esto? ¿Esto es lo que te ocupa el tiempo? ¿Un juego tonto?

- No es un juego tonto, es un juego muy divertido. Y muy difícil. Llevo horas intentando pasar este nivel.

- Pues déjalo ya, Jace. No es tan importante. Lo importante es que yo tengo hambre. Y tú también. Y no hay nada más que comer. Así que hazme unos spaghetti, por favor. Te lo suplico.

- No, Izzy. No quiero hacerlos. No me da la gana. Y punto.

- ¿No te da la gana? ¿Y punto? ¿Así me tratas? ¿Después de todo lo que he hecho por ti?

- ¿Qué has hecho por mí?

- ¿Qué he hecho por ti? ¿En serio me lo preguntas? Pues te lo voy a recordar. He hecho por ti más de lo que mereces. Te he aguantado cuando estabas de mal humor. Te he consolado cuando estabas triste. Te he apoyado cuando tenías problemas. Te he cuidado cuando estabas enfermo. Te he mimado cuando estabas cansado. Te he besado cuando estabas solo. Te he amado cuando nadie más lo hacía. ¿Y sabes qué? Te sigo amando. A pesar de todo. A pesar de que seas un vago, un tacaño y un mentiroso. A pesar de que no me hagas caso, no me ayudes y no me quieras. A pesar de que no me hagas unos míseros spaghetti. Te sigo amando, Jace. ¿Y sabes por qué? Porque soy una tonta. Una tonta enamorada.

- Izzy...

- No, Jace. No me digas nada. No quiero oírte. No quiero verte. No quiero nada de ti. Me voy. Me voy a buscar algo de comer. Y no me esperes. No vuelvo.

- Izzy, espera...

- Adiós, Jace.

Izzy cogió su bolso y salió por la puerta, dando un portazo. Jace se quedó solo en el sofá, con el mando en la mano y la pantalla en blanco. Se quedó pensando en lo que acababa de pasar. En lo que acababa de decir Izzy. En lo que acababa de perder. Y se dio cuenta de que había cometido un gran error. Un error que quizás no tuviera solución. Un error que le costaría el amor de su vida. Y todo por no hacerle unos spaghetti a Izzy.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Shadowhunters one shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora