━━━━𝑺𝒐𝒍𝒖𝒄𝒊𝒐́𝒏

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En este mundo que se va destruyendo
Quiero estar por siempre contigo
¿Que es lo que debería hacer?
Aunque no hay nada que pueda hacer

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Los más jóvenes tenían que regresar a la casa, no podían quedarse por siempre con el chico en cama, tenían que regresar a casa aunque no les gustara la idea y más a Izumi. Sin embargo el chico quería quedarse más tiempo, si era posible, para siempre, solo sosteniendo su mano le bastaba, hasta que él pudiera despertar.

¿Onoda despertará? ¿Que haría después? Aunque le falló y era el culpable de todo, todavía deseaba que su amigo abriera los ojos y lo mirará, y al hacerlo, una vez más confesarse con convicción, dejarle en claro que lo ama; más que cualquier otra cosa, más que cualquier otra persona, Imaizumi necesita decirle que lo ama y no podra quitarse esa horrible sensación de su pecho si no sucede.

Pero existe la posibilidad de que nunca vuelva a abrir esos ojos, de que al final todo haya sido en vano y su mente, juega con esa posibilidad; entonces él perderá la posibilidad de pedir perdón y el amor que tenía para dar, ya no tendrá sentido.

Reflexionando a solas en su habitación, esperando que su mente se calme y entre a un sueño profundo; el dolor en su pecho persiste y arde  su garganta, cuando tose eso que lo ha estado molestando todo el día. Se tratan de los pequeños petalos de Lilas, que cuando Izumi las ve en sus manos, no puede evitar ahogar un grito, a pesar de que ahora conoce el nombre de la condición que tiene a Onoda.

Sin embargo, el ciclista no entiende porque esta tosiendo flores cuando era correspondido ¿No es así? Manami no mintió cuando le dijo que Onoda lo amaba, pero no había creído en su confesión. Entonces ¿Qué significado tenía?

Su pecho continuo doliendo y fue atacado por una horrible sensación de comezón en su interior; era como una tortura y pronto una nueva sensación de expulsar algo de su garganta, estaba emergiendo. Tosiendo nuevamente, en sus manos habia flores de Azucena, aunque él no las reconocía. Se preguntó si así de doloroso había sido para Onoda.

—Inconcientemente fui rechazado por Onoda ¿Es eso posible?— dijo para sí mismo Imaizumi, limpiando la sangre.

Los sueños que lo acompañan esa noche no ayudan a que su inquietud se vaya, cuando amanece todavía recuerda. Recuerda los ojos azules dilatados, la piel fria bajo su toque, y envuelto entre raíces. Izumi había visto en su sueño el aterrador final del chico que recordaba brillaba como el sol. Ante el recuerdo, se lleno de escalofríos y miedo, miedo de que tan solo apartar la mirada o no estar cerca de Onoda mientras duerme, él morirá.

Y así, cuando llega al hospital temprano para la hora de vistas, se encuentra con su mamá atravesando el pasillo, caminando cabisbaja. La pobre mujer también estaba luchando, sabía que perdería a su hijo y nada podía hacer mas que pasar con él sus ultimos momentos.

La habitación entonces ya estaba sola, Imaizumi podía tener su tiempo para admirar al chico dormido, respirando y vivo, no como en su pesadilla.

La puerta se volvió a escuchar, la cabellera azul estuvo a la vista y así Manami solo se quedo parado junto a la cama, del otro lado donde estaba el jugador de Souhoku, ignorandose mutuamente. Él también quería tener un tiempo a solas con Onoda y decirle un par de cosas aún si estaba inconsciente, sabía que aquellos en coma todavía podían escuchar.

Pero si él no iba a tener ese tiempo, tampoco lo tendria Imaizumi; guardandose todavía ese pequeño resentimiento por todo lo que estaba pasando

—Nunca debi decirte sobre los sentimientos de Onoda hacía ti— dijo de repente Manami, soltando un suspiro tembloroso— Mi amigo más preciado y tengo que verlo dormir sin estar seguro si despertará...

𝑬𝒓𝒓𝒐𝒓 𝑺𝒐𝒇𝒐𝒄𝒂𝒏𝒕𝒆【Hanahaki】【ImaizumixOnoda】Where stories live. Discover now