爱你

1K 115 47
                                    

Tardó unos segundos en darse cuenta del motivo por el que sentía tan bien a Hyunjin, tan caliente y palpitante, y la sensación era arrebatadoramente intensa. Cada centímetro de su erección era un tormento delicioso y cada embestida era embriagadora.

Él no llevaba preservativo. Oh, Dios mío... Permaneció de piedra. Le había creído cuando había dicho que siempre utilizaba preservativo. Hyunjin no era tonto, pero esa vez no lo había hecho, ni siquiera se había parado a pensarlo. Saber que Hyunjin estaba haciendo aquello por primera vez, combinado con la forma en que lo estaba inmovilizando, le provocó otro poderoso orgasmo.

—Lixie —respondió, retirándose en lo que él sabía que era el último segundo.

Le besó y se pegó a su estómago convulsionándose.

Entonces le soltó las muñecas.

Lo agarró con fuerza de los hombros mientras el placer lo recorría. No se movió hasta que se le relajó la respiración y sus latidos se normalizaron. Después apoyó la mayor parte de su peso en un costado.

Miró hacia abajo.

—Mierda. Lo siento.

Sonrió mientras se giraba y le daba un beso en el pecho.

—No pasa nada.

—Yo siempre uso preservativo. Es que... —Soltó una suave carcajada—. Joder.

—No pasa nada, tonto —Le enroscó los dedos en el pelo de la nuca—. Soy un chico —le recordó—. No puede salir ningún cabezón de mí.

Le rozó la cara con los labios.

—Ya me acuerdo, pero estoy tan acostumbrado a llevar condón. Es como si me costara dejar de hacerlo. —Se reclinó y carraspeó—. No es que pretenda dejar de hacerlo.

Separó los labios, pero de pronto tenía la boca seca. ¿Qué había querido decir con eso? ¿No pretendía dejar de hacerlo porque pensaba seguir acostándose con las chicas?

Cerró los ojos y soltó un montón de palabrotas mentales. Solo se refería a que no solía olvidarse el condón. Eso era todo. Esperaba.

Pero ¿y si no cambiaba nada cuando se marcharan de allí?

Dios, no podría...

Intentó olvidar aquello, pero se le asentó en el estómago como una comida en mal estado. Tenían que hablar, pero cada vez que él abría la boca no salía nada. No sabía qué decir ni cómo iniciar la conversación.

Perdona, pero ¿tienes pensado seguir siendo un picaflor? Sí, eso sería estupendo.

Aunque Hyunjin le había dicho que él merecía más que una aventura, él no le había pedido nada más, y él tampoco se había ofrecido.

Tenían que hablar.

Abrió los ojos y echó la cabeza hacia atrás. Hyunjin lo estaba mirando con una sonrisa en la cara. Parecía tan... relajado. Más de lo que lo había visto jamás: era el momento perfecto para decir algo.

—Necesito ducharme.

Eso fue lo que salió de su boca. Hyunjin lo miró la tripa.

—Sí, lo siento. Te he dejado hecho un desastre.

Eso no era lo que él quería decir. Le ardieron las mejillas, y más cuando Hyunjin sonrió de oreja a oreja.

—No pasa nada. A veces el sexo es un poco desastroso y estas cosas pasan y... será mejor que me calle.

Hyunjin se rió y le dio un beso en la punta de la nariz.

—¿Te he dicho que eres adorable?

¿Adorable? Esperaba que le dijera que era sexy o excitante. Encogió un hombro.

CRUSH! - HYUNLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora