CAPÍTULO 31

223 30 3
                                    

"Esto se acabó"

Un mes después

MEGAN

― Nos vemos en dos días, hay que seguir discutiendo sobre el proyecto.

Después de despedir a los miembros de la junta, me quedo sola en la sala de conferencias, repasando los papeles dispersos sobre la mesa. La tensión del trabajo acumulado me pesa en la cabeza, una carga que parece insostenible.

Observo la hora en mi reloj y me doy cuenta de que es hora de mi almuerzo con Adrien. Sin embargo, mis pensamientos se ven interrumpidos por el recuerdo de las últimas semanas, abrumadas por el estrés y el agotamiento. Al estar tiempo con Adrien, no tomaba mis medicamentos y ahora eso me esta pasando factura, ya que mi enfermedad avanzó un 20% mas rápido de lo normal. Por eso estoy sufriendo mas de los síntomas de mi enfermedad; fatiga, mareos, desmayos, dificultad para respirar, debilidad al cuerpo, ataques cardíacos.

Una de esas tantas veces, Akin me encontró inconsciente en mi oficina.

Si, Akin ahora esta trabajando en mi compañía, seguimos su consejo de inversión y funcionó. Nuestras ganancias se han subido como la espuma.

Sin embargo, antes de poder siquiera procesar la idea de un breve respiro, un repentino dolor en mi pecho me paralizó.

No, no, otra vez ¡No!

Me levanto de golpe para tomar un vaso de agua, pero al voltearme, me encuentro con Akin parado frente a mí. El susto me hace dejar caer el vaso, y su sonido al hacerse añicos en el suelo se mezcla con el latido frenético de mi corazón.

― ¡Mierda!― Mis piernas ceden bajo la presión, y caigo de rodillas, agarrándome el pecho.― No puedo... No puedo respirar.

 La sensación de falta de aire es abrumadora.

― Megan.― su voz suena preocupada mientras se arrodilla frente a mí, colocando sus manos en mis hombros.― ¿Estás bien?

Intento controlar mi respiración, pero el pánico se apodera de mí. No puedo permitir que esto me venza, no ahora.

― Tengo que llevarte al hospital.― insiste, pero lo detengo con un gesto.

Respiro profundamente, intentando recuperar la calma, y poco a poco, siento que mi pulso se estabiliza.

Después de unos momentos, me encuentro mejor, y sus ojos verdes me examinan con preocupación.

― ¿Te sientes mejor? ¿Quieres que llame a un médico?

― No, no será necesario. Estoy mejor.

― ¿Fue la impresión al verme lo que te puso así?― sonríe de lado seguro de su mismo.

Su sonrisa me hace sonrojar, y bajo la mirada avergonzada.

― Tal vez... pensé que estaba sola.

― Ya ves que no.― su tono es suave mientras se levanta y me ofrece su mano.― Ven, te ayudo a levantarte.

Me sostiene mientras me pongo de pie, pero la sensación de vértigo me envuelve. Akin reacciona rápidamente, tomando mi cuerpo débil en sus brazos.

― No estás bien, Megan. Debemos ir al hospital.

― No, estoy bien, te lo aseguro.― protesto débilmente.

― Eres muy terca, Megan Jones.

― Somos iguales, por eso estás trabajando conmigo. Si no hubieras insistido con tu proyecto, no habrías obtenido este puesto.

Contrato sin amorWo Geschichten leben. Entdecke jetzt