: ꒰ 𝑾𝒉𝒚 𝒍𝒊𝒆 𝒕𝒐 𝒎𝒆?.;- ♡;; KᥲᥴChᥲko

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Shoto Todoroki, mejor amigo de la castaña y de la pelirosa, era hijo de Enji Todoroki, dueño de varias pastelerías de la ciudad, conocía a Ochako desde niños, ya que su papá y la madre de la chica de ojos avellana eran amigos de infancia también.

No era un secreto que el joven amaba a la castaña, la adoraba, daría su vida por ella si fuese necesario. Pero sabía que ella tenía una relación con Katsuki, él era un año menor que él y un año mayor que la castaña.

Aunque ellos tenían muy buena relación, a los padres de Ochako no les gustaba que estuviera con él, sentían algo raro, cómo que había algo que no les parecía, igual sentían eso Mina y él.

Pero por más que la amara, no se metería, respetaba eso completamente.

Se encontraba en la cocina de unas de las sucursales, estaba preparando unos cupcakes que le pidieron para una fiesta infantil que era temática de Hello Kitty, así que hizo hasta decoraciones con la crema pastelera de colores.

Terminado el pedido y entregado, revisó que le quedaron varios, así que los guardó en una cajita y se dispuso a llevarselos a su persona favorita, Ochako Uraraka.

Cuando llegó a la florería, miró a la chica con una cliente muy linda.

-¡Mire, es el chico que le decía, es buen chef pastelero, si le encarga su pastel de bodas con él, no se arrepentirá!- Dijo la castaña con emoción.

El pobre joven no pudo evitar tener su rostro sonrojado por la pena.

-Tal vez lo considere, he escuchado que sabe hacer pasteles muy buenos, me daré una vuelta mañana, Ochako me pasó su número, adiós.- Dijo sin más la chica de cabello dorado, apesar de que fue breve lo que dijo, fue educada y amable.

-¿Entonces... Me conseguiste una cliente?- Le comentó entre risas, acercándose a la castaña.

-Así es, eres bueno haciendo cosas de repostería, así que le vendría bien quién hiciera su pastel de bodas.- Le dijo, mientras miraba la caja de cupcakes que tenía.- ¿Es un pedido?

-No, son para ti, y te traje una leche de fresa.

-Tú sólo quieres que engorde, ¿no?- Reclamó entre risas.

-Para nada, sólo me gusta ver tus mejillas llenas, pareces un hámster.

Ochako entrecerró los ojos, con una mirada acusadora. -Eres malo, pero buen repostero.- Después de decir aquello, disfrutó con gusto el postre que le llevó el chico.

Shoto sólo se sentía feliz de verla, si ella era feliz... Él también.