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~Cada Héroe con sus Fetiches~

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Una vez lejos de la Rust Bucket, habiendo descubierto de dónde provenía la señal de socorro, corrieron allí lo más rápido posible.

Cuando en las afueras del bosque se empezaron a escuchar los destrozos y temblores provocados por la amenaza en cuestión, se detuvieron para prepararse. Ben alzó su brazo izquierdo donde el reloj brillaba indicando estar preparado para la activación. Miró a su abuelo y este asintió.

-Muy bien...- Oprimiendo el botón, el dial se alzó en alto y mostró las figuras a seleccionar. Reconoció a Fuego y a Fang en el seleccionador, pero sentía que para esto podría aprovechar y ver a otros de los alienígenas con los que contaba esta cosa. -Este... O este...- Finalmente, se topó con uno grande y de apariencia ruda. -¡Aquí vamos!-

Una vez aplastó el símbolo del héroe que quería, la familia fue cegada por ese resplandor color lavanda. El joven experimentó las sacudidas de su organismo, dejando que su ADN se codificara y diera luz a una nueva invocación.

La tierra tras ellos hizo sismo cuando una gran criatura más grande que todos se alzó imponente bajo la luz de la luna. Sus ojos resplandecieron en un oro puro inigualable que captaron al único de los 3 humanos que llevaba el arma más placentera del Universo. Ese debía de ser su Portador... Era pequeño... Demasiado.

-¿Um, dónde está?- Preguntó el castaño, mirando sus costados sin hallar pista de la invocación.

-¿Seguro que lo hiciste bien?- Gwen ya podía sospechar que su primo rompió ese aparato, no sería de sorprenderse.

-Tú- Una voz, firme e inexpugnable pero definitivamente femenina, hablaría para llamar la atención del invocador y, por extensión, a la niña y al anciano a su alrededor. Cuando se vieron, Ben tuvo que estirar su cuello para alcanzar sus ojos dorados. Era muy alta, incluso superaba a su abuelo por dos cabezas aproximadamente.

-... Eso es... Diamante...- Diría el niño en estado de shock, similar a su primer encuentro con Fuego.

Se trataba de una mujer cuya piel estaba compuesta al 100% de un material color celeste cristalino bastante similar al diamante. Sus ojos eran penetrantes y no contaban con pupilas, eran tan intensos como si la mirada de una guerrera experimentada se tratase. Su boca era cubierta por un cubrebocas generado a partir de su propio organismo cristalino, no contaba con cabello y la punta de su cabeza era puntiaguda. De su espalda sobresalían un par de picos gemelos que relucían un filo mortal.

Vestía de un ropaje similar al de Fang, siendo este un mono de cuerpo completo que cubría sus pies y acababan en tirantes sobre cada hombro. El símbolo del reloj relucía por encima de su pecho izquierdo.

Y es que sí, pese a estar hecha de diamante, lograba relucir unos dotes femeninos de infarto, el traje que se dividía en blanco y negro no ayudaba a ocultarlo por cómo abrazaba su cuerpo con fervor. Pechos copa H cuya textura era sorprendentemente reflectante y suave, no estaban hechas de piedra sólida. Una cadera pequeña cuyo vientre presumía de tener abdominales trabajados, y unas jugosas caderas anchas que favorecían sus muslos provocativos.

-BEN 10 = IT'S HAREM TIME!-Where stories live. Discover now