14 - Familia feliz (Final)

466 36 2
                                    


La emperatriz Noeul siempre había añorado una familia, ni su padre ni su madrastra le habían querido a lo largo de su vida, la única persona que podía decir durante su crecimiento que era su familia, era su hermana, Azai pero al casarse ella obviamente se había dedicado a su propia familia, dejando a Noeul en un segundo plano y queriendo su propio vínculo.

Luego de su matrimonio con Boss este sentimiento había amainado mucho, dejando su corazón sentirse pleno y completo, sin embargo al pasar los años un nuevo deseo había invadido su corazón; el deseo de un hijo.

Claramente no iba a ser su hijo biológico, pero eso no importaba, solo quería un pequeño niño o niña en el que volcar su amor, aquel que le habían negado durante la totalidad de su infancia.

Pero, Noeul tenía miedo, un temor llenaba su mente al pensar en tener un hijo propio.

¿Sería un buen padre?

Esa única pregunta rondaba en su cabeza de manera constante, ese mismo cuestionamiento le detenía de proponer a su esposo de adoptar algún niño, o de quedarse con el pequeño bebé que había encontrado esa mañana al pasear con Azai.

Estaba aterrado.

Él no quería ser como su padre, quería darle amor a su hijo.

Él sabía que tenía que alejarse del bebé, no apegarse a él, pero no podía, le trataba como si fuera su hijo e incluso le había dado un nombre lleno de bendiciones, esperando que pudiera obtener mucho cariño a lo largo de su vida.

Noeul esperaba que el pequeño Pooh se sintiera amado con cualquier familia que le adoptara.

(...)

Pasaron algunos días y Boss estaba cada vez más ansioso, desde aquel momento Noeul no parecía entusiasmado al cuidar al bebé, ni siquiera quería verlo ya, pero solo él sabía que el pelinegro fingía, solo él veía como los ojitos de su flor amada brillaban con cariño y anhelo cada vez que veía al pequeño Pooh.

El rubio había intentado decirle a su emperatriz que no sería como su padre, que sería un padre ejemplar, pero eso solo parecía cerrar más a Noeul, sus ojitos se ponían vidriosos, rompiendo el corazón de Boss en miles de pedazos.

Al final, el emperador solo podía continuar intentando apoyar a su amor para que abandonara ese pensamiento pesimista.

— ¿Cómo está Pooh? —preguntó el rubio con un suspiro, su asistente más confiable, Tutor, le miró y asintió antes de responder.

— En estos momentos está siendo cuidado por las sirvientas, su majestad. —dijo el chico de cabello castaño con una leve reverencia.

Boss soltó otro suspiro mientras revisaba distraídamente unos papeles, los mismos eran sobre un proyecto en la capital, pero no podía concentrarse en eso si su mente vagaba una y otra vez hacia su emperatriz y Pooh.

— Su majestad, si tanto desea que ese pequeño sea su hijo, ¿por qué no le adopta directamente? —preguntó Tutor, aunque más que una pregunta era una sugerencia, el rubio lo pensó antes de negar.

— Eso solo empeorará todo. —dijo, al ver la confusión de su asistente más confiable, decidió explicar—. Si adopto a Pooh sin tener en cuenta la opinión de la emperatriz, eso solo hará que se sienta siempre con dudas, incluso podría rechazar al bebé pensando que no hará un buen trabajo. —argumentó masajeando sus sienes con cansancio, no sabía qué hacer.

El castaño hizo una expresión de entendimiento y volvió a su trabajo. Pero el emperador no podía esperar más, se levantó de su asiento.

— Debo ir a ver. —dijo sin notar del todo la ansiedad en su propia voz, Tutor le dio una sonrisa de entendimiento y asintió, le dio una reverencia mientras el rubio se iba.

La Esposa del Emperador // BossnoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora