45. SEXO Y AMOR

196 30 3
                                    






«Te quiero».

Aquella frase daba vueltas en mi cabeza cómo un huracán de emociones. Estoy muy nervioso y sé que es algo bueno, pero es Emilio. Nunca se sabe, me sigue costando procesar esa frase.

Ahora Emilio está durmiendo a mi lado. Estamos en la cama, junto a mí permanece Emilio recostado completamente desnudo y yo descansado a su lado entre su hombro y su brazo mientras una de mis manos acaricia el peludo abdomen de Emilio.

No tengo preocupación en la manera que estamos, porque sé que en algún punto de la noche Emilio cambiaría esa posición y se dormiría sobre mí cómo acostumbra a hacer.

Debería de estar feliz, debería dormir plácidamente y muy contento con la confesión de Emilio, pero por alguna razón no podía. La frase volvía a mi mente una y otra vez. Obviamente, respondí a esa confesión con un dulce: «Te quiero muchísimo más Emilio, con todo mi corazón».

Emilio después de ese momento se aferró a mí cómo un koala. Nos duchamos luego del sexo en la sala del cine, porque joder, habíamos sudado cómo nunca y el olor a sexo era demasiado fuerte.

En la ducha Emilio estuvo cariñoso y eso no fué nada fuera de lo común. Normalmente en la ducha siempre es así, se pega a mi espalda, me abraza por el abdomen, me dá besos en el cuello, me hace una paja y cómo antes, todo termina en sexo en la ducha, solamente que ésta vez más suave.

El duce sonido del agua chapoteando cada vez que Emilio embestía en mi interior apegado en mi oreja susurrando guarradas cómo usualmente lo hace.

¿Pero ahora? Ese hombre que era todo un sexual, ahora mismo parecía un niño emitiendo leves, casi nulos ronquidos. Su abultado y peludo pecho subiendo y bajando con calma.

Está de noche, pero aún así la habitación está completamente iluminada por la luz de la luna que entra por las grandes ventanas.

Se sentía extraño si lo pensabas mucho. Una casa con muchos ventanales dejando a la vista todo lo que uno podía hacer dentro de la casa, pero era una isla en dónde solamente Emilio y yo estábamos, así que nadie nos veía.














Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.













A la mañana siguiente cuándo desperté, Emilio dormía sobre mí sin ningún problema. En algún punto de la noche me quedé dormido y bueno, Emilio hizo de las suyas en la noche y se acomodó sobre mí.

Moví mi mano sobre la espalda de Emilio y acerqué el Rolex a mi vista para poder ver la hora. 10 AM, todavía temprano. Sonreí y me restregué los ojos.

— Emilio... hey... despierta...

Acerqué mi rostro al de Emilio y empecé a darle besos en la mejilla. Su barba medianamente crecida me hacía cosquillas en los labios.

GRINDR // Adaptación EmiliacoWhere stories live. Discover now