ERA TARDE, y no quedaba mucha gente merodeando por los alrededores de la plaza cuando Hoseok y yo nos sentamos con Jimin en la mesa. Se veía cansado pero feliz. Tian estaba sentado a su lado, dormido con la cabeza entre sus brazos, y Jackson estaba sentado al otro lado en la misma posición.
Jimin se alegró cuando nos sentamos.
—¿Cómo te sientes?
—No necesito tantas horas de sueño como los demás —dijo Jimin, levantando la mano para llamar a alguien.
De inmediato, una mujer trajo una jarra de agua para nosotros, algunos rollitos de primavera, un pan; sopa wan tun, un plato de arroz con camarones y salteado de verduras con salsa soya, y pedazos de cordero. La mujer también trajo rebanadas de pepino y tomates, salsas recién preparada con aceite de oliva, higos y ciruelas; además, platos, servilletas y un decantador de un vino rojo fuerte.
Jackson se giró y se acostó en el banco, colocando la cabeza en el regazo de Jimin.
—Jungkook lo va a asesinar por eso —dijo Hoseok, cuando Jimin estiró la mano y la posó en el hombro de Jackson.
—No —dijo Jimin en voz baja—. Jungkook está demasiado preocupado con su hijo últimamente.
—¿Cómo puedes ser tan inteligente y tan estúpido a la vez?
Jimin desdeñó mi pregunta con un gesto de la mano.
—Kabore está durmiendo en uno de los vehículos y Rahim en el otro. El resto de tus khatyu están dispersos en diferentes casas del pueblo. Tian y Jackson, obviamente, me siguen acompañando.
—¿Y los djehus?
—Regresarán a primera hora para verte. Ah, la doctora Nanase y su personal duermen en el hospital de campaña. Hanif Tarek también está en el hospital, porque ella tuvo que darle un tranquilizante para calmarlo.
Eché un vistazo a la jaula donde su padre estaba encerrado.
—Se le dio agua y comida, ¿verdad?
—Sí —dijo, arrugando el rostro.
—¿Qué pasa?
—Algo inquietante.
—¿Quieres compartirlo?
Saltaba a la vista que Jimin estaba preocupado.
—La doctora Nanase también le dio un tranquilizante y una gran cantidad de fluidos intravenosos. Además, emitió un interesante diagnóstico.
—Por Dios, Jimin, dilo ya.
—De acuerdo. Pues tal parece que el semel tiene sífilis y está en la etapa cuatro.
—¿Por qué lo dices como si eso debiera importarme?
—Porque puede que explique todo lo ocurrido.
—¿Explicaría el cambio en su persona?
—Sí, lo haría.
—¿Y qué? ¿Se supone que lo deje libre de culpa porque está enfermo? ¿Dejarlo que enmiende las cosas?
—Eso sería lo correcto, ¿no crees? Lo consulté con Hoseok:
—¿Qué piensas al respecto?
—Pienso que todo el que haya tenido contacto sexual con él debería ser examinado. Tengo que llamar a Ehivet Milar para que haga examinar a su hijo. Sé que Garai fue violado por Deoles, pero no sabemos si Deoles también tenía sífilis.
—Estás evadiendo mi pregunta.
Me miró fijamente.
—Pienso que quieres matarlo y que siempre haces lo que quieres.
