CAPÍTULO 28

797 53 4
                                    

2/3

Miro los correos electrónicos de varios autores que necesitan confirmación para las ediciones de sus libros, nos han traído locas a mí y a mamá desde ayer.

Lo bueno que la pasé muy bien el resto de la noche el domingo en casa de Thómas, nos fuimos bastante tarde de la fiesta, papá había bebido suficiente y empezó a hablar incoherencias con John, algo sobre problemas psicológicos pasados y recuperaciones prontas por amor. Eran como bromas médicas. Todo fue muy bien a pesar del críptico y serio mensaje de Eric.

Jamás me había avisado para ir con él al Sensations entre semana, no sé qué se traiga en mente... Bueno sí, pero no sus planes verdaderos.

Servirá de algo al fin de cuentas, el estrés con autores locos y mandar muchas correos de confirmación hará que me quede loca y ciega, pero por lo menos satisfecha de lo que Eric querrá hacerme.

Mi madre toca la puerta y entra, no sé por qué sigue haciendo eso cuando antes esta era su oficina y yo nunca le he dicho que toque antes de entrar.

—Hola, Bee. ¿Cómo te va con esos e-mails?

Bufo y tecleo furiosamente, ya quiero terminar.

—Bueno, aprovechando que estas en modo esponja... ¿Qué pasa contigo y el chico Zimmerman?

Levanto la vista de la pantalla y ladeo la cabeza. Veamos... ¿Qué opción tengo para contestar a eso? No puedo mentirle, pero puedo hacerlo por omisión. Aunque ella ya sepa que pasa algo, y vaya que lo sabe.

—Estamos conociéndonos... Como amigos.

Ella está impasible, de la misma manera que Grey lo hace.

—Bueno... Eso no me ha parecido a mí. ¿Están en una relación consensuada?

Le doy una mirada de ojos entre cerrados. Ay, mamááááá.

—Madre, este no es el lugar ni el momento para hablar sobre ese tema.

—¿Entonces cuándo lo será? ¿Cuándo esté yendo a pedir tu mano?

Su tono me hace ponerle atención por completo, ¿qué le pasa últimamente a mi familia?

—Bueno, así que en verdad quieres hablar de esto.

Se sienta frente a mí, toda una mujer de negocios —. Sí, quiero hablar.

Me tallo los ojos y me recuesto en la cómoda silla. Bien.

—Es consensuada. No somos novios, amantes, nada. Sólo somos un par que busca pasarla bien con el otro. No pasa nada madre. Tengo que revelarme, ¿se te olvida?

Ella rueda los ojos.

—Bee, no estoy juzgándote. Solo no quiero que pases por lo que... No quiero que esto se les salga de las manos y tengas un corazón roto.

La estudio cuidadosamente, cada reacción y cada que agacha la cabeza. Juega nerviosa con sus dedos. Un ligero rubor tiñe sus mejillas, cómo si estuviera avergonzada o recordando algo...

¿Será..?

—Tranquila, lo estamos llevando muy bien hasta ahora —bueno, no lo sé, pero ella no tiene que enterarse —. Somos un par de cerebritos en busca de lo mismo; disfrutar. Nada de complicaciones.

En eso me estaba mintiendo a mí misma, pero ¿qué voy a hacerle?

—Sé que te parece sin sentido mi preocupación, pero yo solo sé por qué te lo digo... —y yo puedo imaginarlo muy bien, mami —. Te quiero mucho hija, tu padre también. Ser protector y controlador es su única manera de demostrarlo. No te lo tomes personal, tu padre ha pasado por tantas cosas, es para estar orgullosa de él.

RevealedWhere stories live. Discover now