Cinco.

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— Jin, estas bien? - Escucho esa voz tan conocida, levanto la mirada para verlo parado justo en la salida del instituto.

Aveces se sentía mal por no poder corresponder ante tal cariño y aprecio que el mayor le tenia, era atento y siempre cariñoso con ella, pero oh dios, ella no podía.

— Eso debería preguntarte yo a ti, por mi culpa estarás en detención el vierne. En serio lo siento, Riki. - Solto apenada ante aquella situación.

El le regalo una sonrisa despreocupada que la hizo pensarse seriamente en por qué no aceptaba ese amor.

— Nada de eso Jin, no iba a dejar que Hyunjin te molestara, además siempre te dejas de el. Fue suficiente.

Una mueca apareció en el rostro de Jin, no era mentira. Siempre que Hwang y su estúpido grupo de amigos le decían algo ella se limitaba a callar y no decir nada, seria peor si decía algo. Además, no era como que pudiera defenderse, no. Ella no tenia miedo de el ni de ninguno de su círculo, pero, ¿Eso de que le servia? No era alguien fuerte, sumando que Hwang era el doble de grande que ella, podía hacerla mierda si se le antojaba.

— Aún así, gracias, en serio. Por cierto, le hablé a mi madre sobre el tema de tu estudio y ella accedió siempre y cuando no sea tan tarde y sea en la sala de mi casa, nada de puertas cerradas o esas cosas.

— ¿En serio? Dios Jin, eso es genial. ¿Lo ves? Eres increíble, no puedo dejar que te llamen de formas horribles que no van para nada contigo. – Tomo ambas mejillas de la chica y las pellizco sin causar dolor, solo con intenciones de agradecer y tal vez, solo tal vez, tenerla un poco más cerca.

— Es lo menos que puedo hacer, siempre me defiendes, es lindo.

— ¿Me llamaste lindo? - Se quedó quieto por unos segundos con una enorme sonrisa en el rostro y los ojos llenos de ilusión.

Que tierno.

Penso.

— ¡No es para tanto! Vamos o el bus me dejara. - tomo su brazo y lo entrelazo con el de ella caminando mientras sonreía.

Riki era alguien divertido, era una lastima que no le gustará.


Sentada en su cama, escribiendo sobre sus clases y haciendo tareas

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Sentada en su cama, escribiendo sobre sus clases y haciendo tareas.

Así estaba ahora mismo, pero no podía concentrarse por una maldita razón, razón que llevaba lentes, era mucho mayor que ella y sin duda alguna no era bueno para su vida.

No había ningún mensaje de su parte, ni uno solo; era tan triste.

Siempre terminaba siendo ella la que mandaba un mensaje disculpándose por lo que ni siquiera era su culpa, era ella quien volvía a mandar un mensaje aún así cuando el ni siquiera había contestado el anterior. Era ella, siempre era ella. ¿Por qué no podía ser la que recibiera? Solo una vez, eso era lo que pedía.

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⏰ Last updated: Feb 01 ⏰

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