Han pasado tres años, cuatro meses, dos días y un par de horas desde el primer momento en que lo vi.
El chico más hermoso que he visto.
La ruina absoluta de mi existencia.
Adaptación del libro "A Millon Kisses In Your Lifetime"
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-Jimin. -Kim se detiene justo al lado de mi escritorio y lo miro. -¿Un momento?
Sin esperar mi respuesta, se dirige a su escritorio y lo sigo, sin atreverme a mirar a Yoongi.
Estoy seguro de que sé lo que vería en su rostro.
Enfado. Frustración. Molestia.
Es el miércoles después de que mi vida cambió en una variedad de formas y solo estoy tratando de sobrellevarlo, día a día. Mi padre me ha llamado todas las noches, su tono tranquilizador mientras hace preguntas interminables sobre mi día. Le doy respuestas mínimas, sin saber cómo hablarle o qué decir. Está preocupado por mí después de la noticia del divorcio. Supongo que debería encontrar eso dulce, pero hay algo en eso que me hace sentir como si solo estuviera tratando de cubrir su propio trasero.
Mamá me envió un mensaje de texto el lunes para ver cómo estaba, pero por lo demás, no he sabido nada de ella.
Típico.
Y luego está Yoongi.
No puedo dejar de pensar en él, aunque me digo a mí mismo que no me llevará a ninguna parte.
Revivo la forma en que me besaba en el asiento trasero del auto todas las noches antes de irme a la cama. No puedo evitar preguntarme a dónde podrían ir las cosas entre nosotros si sigo viéndolo.
Fue tan dulce en la galería y cuando íbamos a almorzar. Se sentía como una cita con un alfa al que le podría gustar.
Mis padres arruinaron todo. El anuncio del divorcio me amargó la idea de una posible relación con Yoongi, bueno, con cualquiera.
La cena de esa noche en casa de los Shim fue un fracaso total. Jake seguía tratando de hablarme, coquetear conmigo, y yo era tan frío que lo congelé.
Que no es mi estilo habitual, pero no dejaba de pensar en Yoongi y su advertencia sobre Jake.
Y cómo mis padres están tratando de emparejarme con él para mi futuro.
Increíble.
Después de que Yoongi me besara tan apasionadamente en ese aula vacía el lunes, no ha intentado nada inapropiado desde entonces, y no puedo evitar sentirme...
Decepcionado.
Sé que fui yo quien dijo que quería mantenerlo como amigos, solo entre nosotros, y todavía me siento así porque lo último que necesito es una posible relación que me de vueltas en la cabeza. No creo que tenga la capacidad emocional para manejar algo tan abrumador en este momento.
Y la forma en que Min Yoongi me hace sentir es muy, muy abrumadora. Aunque todavía desearía que me besara.
O tomara mi mano.
O abrazarme.
Es reconfortante estar en sus brazos. Es cálido y sólido, y huele como el cielo.
-¿Jimin? -Chan ya está sentado en su escritorio mientras yo estoy parado frente al salón de clases, luciendo como un idiota, estoy seguro. Corro hacia su escritorio, apretando los labios para asegurarme de no disculparme.
