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Regresé a la habitación con dos hombres que cargaban una gran cantidad de agua proveniente del mar, no era la mejor opción para un baño, pero era lo único que podía adquirir al momento

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Regresé a la habitación con dos hombres que cargaban una gran cantidad de agua proveniente del mar, no era la mejor opción para un baño, pero era lo único que podía adquirir al momento. Ella seguía en la cama, en la misma posición, y sinceramente, ya estaba empezando a preocuparme.

- Gracias, pueden retirarse- dije cuando ambos hombres salieron del baño después de dejar el agua.

Se cerró la puerta y comencé a caminar hacia ella lentamente, no quería que se espantara si llegaba demasiado rápido.

Me senté a su lado en la cama y en un abuso de confianza tomé su barbilla entre mis manos, logrando que volteara a verme.

- ¿Puede entenderme?- le hablé lentamente, mirando sus ojos. No obtuve respuesta- ¿Al menos puede escucharme? Si me escucha por favor parpadee
dos veces.

Use el truco del parpadeo. Cerca de lo que solía ser mi hogar se encontraba Billy, uno de mis vecinos, había perdido sus cuerdas vocales tras una pelea en sus tiempos de guerra al casi morir degollado, tenía suerte de estar vivo.

Ella parpadeó dos veces tal como se lo pedí. Bien, al menos puede escucharme y responderme a través de sus ojos, eso es un progreso. Gracias Billy.

-Bien, ahora iré a tomar un baño y luego usted lo hará, después de bañarte puede tomar una siesta. Si para esa hora aún no puede hablarme entonces le haré solo preguntas y usted parpadeará una vez en negación y dos veces para afirmar, ¿Está bien? - volví a hablar pausadamente, esperando que ella entendiera.

Ella asintió esta vez y deje escapar una pequeña risita, estábamos mejorando y por alguna razón me encontraba feliz por ello.

Me levanté de la cama, buscando en el pequeño armario una posible toalla o algo para secarme, podría optar hasta usar una camisa para ello, pero por suerte no tuve que hacerlo, cogí un par de toallas que al parecer aguardaban ser tomadas por mi y me dirigí al baño. Ya adentro, comencé la despojarme de mis vestiduras hasta quedar desnuda.

Eché un vistazo al pequeño baño, noté que él tenían jabón, lo sé porqué yo también solía tener en casa para usarlo en ocasiones especiales. Con ayuda de una taza, la cual encontré también en mi revisión y me asegure que no estuviera infestada, el agua corría sobre mi cuerpo con libertad. Dios, extrañaba tanto esto. Tomé el jabón que encontré para pasarlo por todo mi cuerpo, tenía un olor a menta demasiado débil como para molestarme.

Retiré el jabón de mi piel y tomé una toalla para secarme, no tenía que preocuparme por no tener mis prendas de vestir aquí conmigo, porque afuera estaba esa muchacha que pasaría al baño justo cuando yo entre. Me cubrí con la toalla y salí a vestirme.

La encontré de pie, esta vez al borde de la cama, ahora miraba al piso, la abundancia de su cabello caía desordenado sobre su rostro, tenía sus brazos ligeramente cruzados sobre su torso.

Mar Dorado (Adaptación Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora