XI - Gracias (Parte 3)

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Dadas las circunstancias, Selene me impartió una clase teórica de demonología, o más bien, hablamos de los diferentes tipos de demonios y sus jerarquías, sin ningún interés aparente. La notaba algo distante y distraída luego de lo ocurrido, por más que le preguntara sobre Hatman se negó a seguir hablando ese tema. Ella seguía en el sillón colgante, mientras yo me había sentado en un almohadón en el suelo, frente a ella.

-sabes... -comencé a decirle, luego de que quedara en silencio unos minutos- iré a hablar con ella, con Ivette.

-no -me dijo rotundamente- lo hare yo.

-no quiero comenzar una discusión, Selene, pero es algo que no puedes evitar que haga. Solo te estoy avisando.

El ambiente se tensó al instante. Ella sabía que tenía razón, no podía mantenerme encerrada en este lugar, aunque yo tampoco quería irme. No es como si la estuviera desafiando, solo quería que entendiera que yo no iba a ser la fiel discípula que es Yue.

-no, por favor -dijo con un tono un poco más suave esta vez- al menos, aun no. Aguarda hasta dentro de unos días, luego del eclipse solar.

-¿eclipse?

Saco la mirada al libro en que habíamos estado trabajando, y volvió la vista a la ventana.

-dentro de tres días habrá un eclipse solar completo. La luna tapara la luz del sol por unos minutos, durante ese tiempo todos los demonios se harán increíblemente fuertes, debes estar preparada para cualquier inconveniente que pueda ocurrir -me miró fijamente- no solo eso, deberás volver a Coven.

-¿Qué?

-lo que has oído. Volverás, es más seguro ahí, además, si lo demonios descubren tu poder en este pueblo por error, lo atacaran, también es para la seguridad de sus habitantes.

-estamos más seguros contigo aquí que en esa ciudad.

-créeme que lo sé, pero ese día no podré ayudarlos.

-¿y Yue?

-ella se quedará conmigo, durante estos años aprendió a ocultar bien su presencia y pasar desapercibida.

-pero...

-entraras a la ciudad nuevamente, tienen una protección especial para los días de eclipse solar, así que es seguro que te reencontraras con ella. Practica con tus guardianes, háblales, medita, limpia tu turmalina, aun debes aprender a invocar el alma de los cristales. Hay tanto que debes aprender y solo nos quedan dos días, luego te iras -se masajeó las cienes con preocupación- me encantaría poder guardarte en una caja de cristal, para que no te ocurra nada.

-no lo permitiría -dije, colocando una mano en su rodilla- no es lo que me has enseñado.

-¿así? Entonces ¿Qué has aprendido en tan poco tiempo?

-que pase lo que pase, debo ser fuerte porque todo estará bien.

Me sonrió como respuesta, parecía ser sincera, pero aun cargaba demasiado estrés en su mirada. Algo en ese día la ponía realmente ansiosa. No la conocía lo suficiente, siempre se notaba algo pensativa y ansiosa en ciertas ocasiones, sin embargo, ese día también estaba distante.

-Selene.

Llame su atención tan de pronto que poso sobre mí sus ojos aun humedecidos, no sabía que había estado pasando por su cabeza, pero necesitaba distraerla de ello.

-¿tomamos algo?

Nos encontramos en la terraza, viendo las estrellas y la fina luna menguante, habíamos llevado unas cuantas botellas de cerveza, sería la primera vez que bebería alcohol, sin embargo, no podía haber elegido una mejor compañía.

Lágrima de Luna [Danza Bajo el Eclipse I] #PGP2024Where stories live. Discover now