Cap-11

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"Cuidado"

La puerta se cerró tras la salida de Megan y me quedé detrás de Jeffrey, oculta a su vista. Mis pensamientos se centraron en el beso que compartí con Megan momentos antes. Pasé mis dedos por mis labios, recordando la suavidad de los suyos y la calidez de ese momento fugaz pero lleno de significado.

Me senté frente a Jeffrey, ambos quedamos en silencio por unos minutos. Hasta que Jeffrey, sin levantar la vista de los papeles que tenía frente a él. Me informó que Megan se mudaría con él en unos días. La noticia me dejó sin palabras, y solo pude mirarlo con sorpresa y preocupación. ¿Qué significaba eso para mí y para mi relación con Megan?

Por un momento, me invadió la incertidumbre. ¿Qué pasaría si quería ver a Megan, estar con ella? ¿Cómo manejaríamos esa situación ahora que estaría viviendo con Jeffrey? A pesar de mis dudas, noté la felicidad en el rostro de Jeffrey mientras hablaba sobre la llegada de Megan. Me aseguró que la había extrañado y que planeaba pasar todo su tiempo libre con ella.

Aunque mi corazón se llenó de alegría al verlo feliz, también me pesaba la responsabilidad de mantener nuestras emociones ocultas. Jeffrey era mi mejor amigo desde la adolescencia, y aunque lo amaba profundamente, solo lo veía como eso, como mi mejor amigo. Sin embargo, era consciente de los sentimientos que él albergaba por mí, sentimientos que complicaban aún más la situación.

Jeffrey levantó la vista de los papeles y me miró, con una sonrisa que intentaba ocultar su preocupación. "Lydia, ¿estás bien? Pareces un poco distraída", dijo con tono amable pero inquisitivo.

Asentí con una sonrisa forzada. "Sí, estoy bien. Solo pensaba en algunas cosas del trabajo", respondí, tratando de desviar la conversación lejos de mis propias preocupaciones.

Él pareció no creerme del todo, pero decidió no presionar más. "Bueno, si necesitas hablar sobre algo, estoy aquí", ofreció gentilmente.

Agradecí su preocupación y cambiamos de tema, discutiendo los detalles del proyecto en el que estábamos trabajando. A pesar de mis intentos por mantener la calma y mostrarme feliz por él, la noticia sobre Megan había desatado un torbellino de emociones dentro de mí.

Después de dejar la reunión con Jeffrey, caminé hacia mi oficina, tratando de mantener la compostura. Pasé por el área donde se encontraba el escritorio de Megan, pero evité su mirada deliberadamente. Sentí su mirada sobre mí, pero me negué a responder, temiendo que si lo hacía, solo avivaría mi enojo.

Una vez dentro de mi oficina, dejé escapar un suspiro frustrado. ¿Por qué me estaba enfadando tanto con Megan? ¿Acaso esperaba demasiado de ella? ¿O era simplemente el hecho de que ella había tomado una decisión importante sin siquiera consultarme?

Me senté en mi escritorio y dejé que mis pensamientos se aclararan. Me di cuenta de que, en el fondo, estaba herida porque Megan no había compartido conmigo su decisión de mudarse con Jeffrey. No había recibido un mensaje, una llamada o incluso una mención cuando estábamos a solas juntas. Me sentí ignorada y excluida, y eso me afectó más de lo que esperaba.

Pero mientras reflexionaba sobre mi propio enojo, me di cuenta de que también estaba siendo hipócrita. ¿Acaso yo misma no estaba ocultando mis sentimientos por Megan? Si quería que ella fuera honesta conmigo, también debía serlo yo misma.

Decidí que era hora de abordar el problema directamente. No podía seguir evitando el tema ni guardando resentimientos. Si quería resolver las cosas con Megan, tenía que ser valiente y enfrentar la situación de frente.

Salí de mi oficina con determinación, subí al piso donde se encontraba Megan. La vi hablando animadamente con un chico, su sonrisa iluminaba la sala. Su alegría era contagiosa, pero en ese momento no podía permitirme ser influenciada por ella. Avancé hacia ellos con pasos firmes, dejando de lado cualquier atisbo de alegría en mi rostro.

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