Cap- 21

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"Pensando en ti"

Me enderecé en mi silla, rápidamente acomodando mi ropa y mi cabello desordenado. Traté de recuperar el aliento, respirando profundamente para calmar mi corazón acelerado. Cerré los ojos por un instante, concentrándome en recuperar la compostura antes de invitar a la persona a entrar.

Cuando me sentí lo suficientemente calmada, llamé a la puerta y permití que la persona entrara. Traté de mantener una expresión profesional en mi rostro, ocultando cualquier rastro de la intensa tormenta de emociones que acababa de experimentar.

Lydia intentaba mantener la compostura mientras la empleada entraba con los papeles en la mano. Sentía cómo mi corazón latía desbocado y el calor subía por mi cuerpo, pero traté de no dejar que mi nerviosismo fuera evidente.

Empleada: ¿Estás bien, Lydia? ―preguntó la empleada con preocupación, notando el ligero rubor en mis mejillas y mi respiración agitada.

Traté de recuperar la compostura rápidamente, forzando una sonrisa mientras pensaba en una excusa convincente.

Lydia: Sí, sí, estoy bien ―respondí con voz firme, aunque mi mente estaba en otro lado―. Solo un poco cansada, nada de qué preocuparse.

La empleada pareció aceptar mi explicación, aunque aún tenía una expresión de preocupación en el rostro mientras salía de la oficina. Suspiré aliviada una vez que estuve sola de nuevo, aunque mi mente seguía divagando hacia Megan y el intenso deseo que me consumía.

Decidí dejar de lado mis pensamientos y concentrarme en las tareas pendientes. Era importante mantener la profesionalidad, especialmente en un entorno laboral como ese. Me levanté de mi silla y caminé hacia la ventana, tratando de despejar mi mente y enfocarme en los proyectos que tenía entre manos.

Miré por la ventana hacia el bullicio de la ciudad que se extendía más allá de los cristales, tratando de encontrar algo que me distrajera de mis pensamientos. El ajetreo de la calle parecía lejano y ajeno a mis preocupaciones internas, pero al menos me ayudaba a mantener la mente ocupada.

Respiré profundamente, tratando de calmar los latidos acelerados de mi corazón. Sabía que no podía permitir que mis emociones interfirieran con mi trabajo, así que me obligué a concentrarme en las tareas que tenía por delante.

Con determinación, regresé a mi escritorio y me sumergí en el trabajo, dejando de lado las distracciones y enfocándome en cumplir con mis responsabilidades laborales. Era hora de dejar de lado los pensamientos que me habían invadido y centrarme en lo que realmente importaba: avanzar en mi carrera y mantener la profesionalidad en todo momento.

《Megan》

Mientras estaba concentrada en mi trabajo, el sonido del teléfono rompió el silencio de la oficina. Miré hacia la pantalla y vi el nombre de mi madre parpadeando en la pantalla. Con una sonrisa, levanté el auricular y respondí.

Megan: ¡Hola, mamá! ¿Cómo estás? ―saludé con entusiasmo.

Mamá: Hola, cariño. Estoy bien, ¿y tú? ¿Cómo te va en tu primer día de trabajo? ―respondió mi madre con ese tono cariñoso que siempre me reconfortaba.

Megan: Estoy bien, gracias por preguntar. Todo va bien por aquí, un poco ocupada, pero bien ―contesté, tratando de sonar optimista.

Durante unos minutos, mi madre y yo hablamos de trivialidades: el clima, la comida, las noticias locales. Era reconfortante escuchar su voz, incluso si era solo a través de un teléfono.

Mamá: Bueno, cariño, no te entretengo más. Sé que estás ocupada. Solo quería llamarte y asegurarme de que estuvieras bien en tu primer día de trabajo. Te quiero mucho, Megan ―dijo mi madre con dulzura antes de despedirse.

my brother's best friend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora