Mind Games

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"Estamos jugando a esos juegos mentales juntos
Empujando las barreras, sembrando semillas
Jugando a la guerrilla mental
Cantando el mantra, paz en la tierra
Todos hemos estado jugando esos juegos mentales para siempre"
John Lennon


James debe idear una solución. 

Desde ese día en específico no dejó de estar tan ansioso. 

Temía que su regalo fuese demasiado, tenía algo más grande pero desde que lo vio en la salida en Hogsmeade, dentro de un escaparate, no dudó en dejar a Sirius para comprarlo. Se veía precioso y se vería aún más en las manos blanquecinas de Nathan.

Pero desde ese día, no lo vio usándolo, y solo tenía su rostro apacible y lindo que siempre acostumbra a usar. 

Eso le preocupó mucho, no por la cantidad desmesurable de galeones gastados, solo que James quería que Nathan lo usase. 

—¡Te voy a dar una patada! —exclamó Sirius enojado. 

James miró al pelinegro enojado que lo miraba fijamente. Remus bajó su libro por leves segundos antes de continuar su lectura pero sabía que estaba prestando atención. 

Desde ese día, las cosas estaban tensas entre ellos y los verdaderos responsables son Sirius y él. 

Humillar a Lidia hizo que Remus se enojara considerablemente, pero fue aún peor, cuando Sirius quiso hacerle una broma a Snape semanas después, con quien tampoco se llevan bien, y los resultados fueron…

—¿En serio? —replicó James seriamente. 

James nunca se enojaba con Sirius, pero ese día… Juró por Merlín que quería golpearlo por hacer algo estúpido. Su mano que estaba dañada, se dañó aún más intentando salvar al Slytherin. 

—Sé que estás enojado conmigo y me disculpé varias veces James, era una broma…

—¿Una broma? ¿Estás hablando en serio, Sirius? —gritó James—. Casi lo matas. 

—Por metiche. 

—Me importa que Snape sea un metiche, has involucrado la vida de alguien y aunque sea detestable como todos los Slytherins, sabes la gravedad del asunto. 

—Entonces, era que le digamos a Jung. Estaría encantado de saber todo de nosotros. 

Eso fue suficiente para que James se lanzará a golpear a Sirius. 

Estaba enfurecido por primera vez con su amigo, mencionar a Nathan de ese modo, ante la culpabilidad que siente y él desespero de encontrar su perdón ha hecho que el agua rebase del vaso. 

Aunque Nathan sea muy inteligente, enfrentarse a la furia de un hombre lobo, traería consecuencias que James no quiere imaginar. Es muy distinto pelear con un humano, sabes sus puntos débiles, por el otro lado, es un total misterio, que a pesar de ayudar a su amigo, sigue desconociendo. 

Sintió como Sirius se defendía con el golpe en su quijada pero Remus se levantó inmediatamente y con solo murmurar algo los dos terminaron en extremos opuestos. 

—¡¿Que carajos te pasa?! —gritó Sirius con dificultad. 

James respiraba entrecortadamente. 

—¡No menciones a Nathan en esto! —devolvió el gritó—. ¡No puedo imaginarme arriesgarlo de ese modo por una idiotez tuya!

—¿Idiotez mía? —replicó Sirius—. Veo que tanto lo defiendes, ¿acaso te gusta? 

—Si lo hace, ¿hay algún problema en eso, Black? 

CHANGES | James PotterWhere stories live. Discover now