CHANGES | James Potter

I'm So Tired

"Estoy tan cansada que no he pegado ojo
Estoy tan cansado, mi mente está en un parpadeo
Me pregunto ¿debería levantarme y prepararme una bebida?
No no no
No, no, no
Estoy tan cansado que no sé qué hacer"
The Beatles

(Que Wattpad no vea los capítulos anteriores, si me lo elimina, valió todo)

—¡Nathan, te voy a matar!

Nathan apenas había captado aquella frase y el golpe férreo directo a su rostro, lo desconcertó aún más.

La responsable no era nada más que Lidia, era la única que se atrevía a golpearlo de esa forma. La única persona que no se siente intimidado con su presencia.

Algunas exclamaciones se oyeron detrás suyo, sin embargo, Nathan estaba enfocado en el ardor humillante de su mejilla izquierda.

—¡Lidia! —exclamó Charlotte que estaba a su lado. Tenía la boca abierta y los libros en sus manos le impedían acercarse a detener la rabia de la asiática.

—¡No te metas en esto, Weasley! —exclamó Lidia con rabia, sus mejillas estaban enrojecidas por el enojo puro—. ¡Esto es entre SungHo y yo!

Nathan trago fuertemente, conteniendo también esa molestia que acaba de despertarse.

Respiro profundamente, contó varias veces e ignoró los murmullos de los presentes.

Noto que Lidia tenía intenciones de volver a golpearlo, entonces solo la tomó del hombro y la empujó a otra parte, lejos de las miradas curiosas.

—¡Suéltame! —decía Lidia entre quejidos.

Nathan seguía inmutable, empujaba a la muchacha hasta detenerse en un salón vacío, la abrió de golpe y empujó a la joven en el interior.

—¿Ahora te haces delicada después de golpearme? —preguntó Nathan irónico—. ¿Puedes explicarte?

Lidia respiraba profundamente, mientras masajeaba la zona donde Nathan la sostuvo con fuerza.

El rubio no midió su fuerza y no tuvo la intención de hacerlo, la mejilla le dolía y estaba seguro que existía una marca rojiza extenderse en esa zona blanca.

—¿Quieres que me explique? No te hagas el tonto, Nathan.

—¿Tonto? Nunca me hecho el tonto Lidia, a excepción con James cuando quiero que me toque y tú no eres James. Habla.

Una mueca de desagrado se manifestó en todo su rostro, sin embargo Lidia siguió manteniéndose lejos de Nathan acrecentando su enojo.

—¿Por qué el negocio Jung está a tu nombre? —pregunto después de poco—. ¿Desde cuándo?

—¿Cómo sabes eso?

Nathan nunca se lo había mencionado. Nunca ha dicho una sola palabra. ¿Como su hermana sabe de ese tema?

Y por la rabia que sigue irradiando, significa que esa noticia fue dicha de la peor forma.

—¡Responde! —ordenó Lidia gravemente.

—Antes que mis padres mueran —respondió Nathan con sinceridad.

Trato de mostrar esa parte sincera con Lidia. Debe de saberlo. No toda la información, pero una parte será necesaria.

—Nunca me lo han dicho —dijo Lidia lentamente.

Su rostro fuerte y duro se vio perturbado por varios segundos en una mueca de dolor, un dolor inimaginable que Nathan comprende. Sus rasgos carismáticos se fruncieron y Nathan no quería ver eso en su hermana.