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ㅡ La he juzgado sin conocerla, lo sé. He estado muy mal. ㅡ Dije de rodillas con vista al altar. No había nadie, era un lunes muy temprano por la mañana. Estábamos en verano, el sol aparecía muy temprano en la mañana. ㅡ Lo siento mucho, Señor. Pero esa mujer, esa mujer parecía el mismísimo Satanás hecho persona. Yo estoy segura de que es así.

Luego de la misa, desapareció sin más, no dejó rastro alguno y cuando la busqué entre la multitud, solamente logré dar con mis amigas. SooYoung la había visto, fue en ese instante en el que supe que se trataba de Irene, la cantante de La Rouge, debí hacerme un idea cuando apareció. Dijeron que jamás la habían visto por la iglesia, tampoco parecía alguien que asistiera a misa todos los domingos, mucho más por su apariencia y estilo de vida.

ㅡ Quizá usted pueda ayudarla a dejar ese modo de vivir y podría encontrar a un buen hombre, casarse y vivir en Dios, en la iglesia, lejos del pecado. ㅡ Pedía como si los santos delante de mí pudieran oír mis plegarias. Mi rosario estaba entre mis manos mientras estaba de rodillas frente al altar. ㅡ ¿Usted podría ayudarla? También a SooYoung y Yerim, me gustaría que tuvieran una mejor vida muy lejos de lo mundano.

Siempre pedía por ellas, pedía que siempre estuvieran protegidas y seguras, que nada malo les pasara en esas noches alocadas, en esos bares donde asistía gente del mal. Los fines de semana pasaba horas rezando por ellas y su bienestar.

ㅡ SeulGi, ¿verdad? ㅡ Esa voz. Esa dulce y suave voz entró por mis oídos, obligándome a salir de mis pensamientos. Me di un susto y me puse de pie, dando unos pasos hacia atrás, chocando con uno de los bancos. ㅡ Lamento si te asusté, no pensé que estarías aquí tan temprano.

No eras ninguna tonta, Irene. Te doy puntos por ello, eras muy brillante. Por supuesto que sabias que estaría allí, era mi hogar, mi razón de vivir y mi trabajo en parte. Yo era una ingenua y tú, como siempre, una mente maestra de las mentiras. Lucía hermosa como si hubiera dormido plácidamente sin interrupciones, su maquillaje estaba bien arreglado como siempre y su ropa limpia y perfumada, ella siempre olía a vainilla.

ㅡ Es el único momento en el que hay paz. ㅡ Respondí, era distante al principio, la timidez me ganaba. Las decenas de mi rosario pasaban una y otra vez por mis dedos, intentando ahogar mis nervios. ㅡ ¿Se le ofrece algo?

ㅡ Me ha dicho JumSeok que eres la encargada del coro y me gustaría participar, ya sabes, ayudarte. ㅡ Se me fue la respiración en cuando escuché su propuesta, me sentí un poco intimidada, pero no podía negarme. En ese entonces pensé que era una señal de Dios para llevarla por el buen camino, en realidad estaba cavando mi propia tumba. ㅡ Me gustó mucho tu trabajo, los niños cantan como verdaderos ángeles. Y creo que puedo ser de ayuda, sé bastante de canto.

Sonreía sin mostrar sus dientes, sus labios formaban una línea roja. No iba a negar su belleza, solamente alguien ciego podría decir que no era lo suficientemente hermosa.

ㅡ Gracias. Respecto a lo del coro debería hablarlo con la hermana JiSoo, ella es la encargada. ㅡ Fue lo primero que se me ocurrió. Yo no era buena ocultando cosas, nunca supe mentir mientras que tú, Irene mía, ya tenías toda la experiencia en el campo.

ㅡ Ya veo. Me conoces, ¿cierto? ¿Quién te contó sobre mí? ㅡ Admitió y yo agaché la cabeza, aclarando mi garganta. Fue incómodo, hubo un silencio prolongado entre nosotras. — ¿Conoces a alguien fuera de aquí?

ㅡ SooYoung y YeRim. Ellas son mis amigas de la infancia. ㅡ Fui breve, no entré en detalles, todavía eras una extraña y la confianza estaba prendida de un hilo. ㅡ Supongo que son tu conocidas también.

ㅡ Lo son, así es. ¿Qué opinas tú de mí? ㅡ No quiso saber sobre lo que había escuchado, ella quería mi opinión y lo esperaba atenta, atenta a mis palabras y yo intentaba no sonar tan mal, buscaba el vocabulario correcto. ㅡ ¿Crees que soy una prostituta? ¿Que soy una mala persona?

𝐑𝐄𝐋𝐈𝐆𝐈𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora