Capítulo 10 - Amor Eterno (Parte 1)

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Aviso por aquí arriba, porque si lo pongo al final del capítulo, después no lo leen (los odio, malditos :P).

El capítulo 11, en lugar de llegar en dos semanas, ¡será publicado el viernes que viene!

No se lo pierdan.

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La sonrisa traviesa de Kano se deslizó por sus labios al contemplar como Su no se guardaba nada y la penetraba con una intensidad descomunal, como si el único propósito de su existencia fuera penetrarla como nunca antes había penetrado a nadie. Los jadeos incontrolables que escapaban de su boca se entrelazaban con los gemidos de Suzuka, creando una sinfonía apasionada.

En ese momento, ninguna de las dos quería detenerse. Ambas anhelaban prolongar ese éxtasis, buscando fundirse eternamente en la lujuria, manteniendo viva la mágica conexión carnal y sentimental que se había forjado entre ellas desde el mismo instante del primer contacto de sus labios.

- Suuu, se siente... esto se siente muy bien, mucho mejor de lo que imaginé... - admitió Kano en un susurro, enteramente sumida en el placer que le brindaba La Reina.

- Sí, Kano-chan. Esto se siente increíble... - respondió Su con un tono impregnado de deseo, sus palabras resonando en el aire rebosante de pasión.

- Sigue así, no pares. Húndete más en mí, mételo bien profundo - rogó la más joven, sus palabras repletas de anhelo. - Sentirte tan dentro mío es maravilloso, me encanta...

- No lo haré, no me detendré. Sentirte así, tan estrecha, tan apretada... es un goce maravilloso para mí también - confesó la mayor, sus palabras colmadas de lujuria.

Las bellas jóvenes se fundieron en un beso hambriento, necesitado. Sus lenguas entrelazándose ferozmente, ninguna dispuesta a ceder en esa batalla. Cada movimiento era una declaración de su deseo mutuo, un testimonio de la conexión que las unía.

Fue Suzuka quien finalmente perdió la batalla de lenguas. Mejor dicho, se dejó ganar. Con una delicadeza calculada, deslizó sus antebrazos a los costados del rostro de su Chibi Hermosa, elevando levemente su propio torso con ayuda de estos para poder contemplarla.

La visión de la más joven de la banda debajo suyo, abandonada completamente al deleite mientras era embestida sin descanso, era una imagen sumamente erótica. Su se encontraba hipnotizada por la expresión de pura lascivia en el rostro de su compañera, sintiendo cómo el deseo ardiente se encendía con más fuerza dentro de ella misma, alimentado por la visión tan caliente que tenía frente a sus ojos. Cada detalle de Kano, desde sus turgentes senos al desnudo hasta el brillo de sus labios entreabiertos, estaba impregnado de una sensualidad irresistible que invitaba a Suzuka a perderse en el mismo mar de lujuria.

- ¿Te gusta cómo te lo hago, bebé? - inquirió Su con una mirada cargada de seducción, sin dejar de dar las más firmes y profundas estocadas que jamás había dado.

- ¡Sí, Su-chan! ¡Me vuelve loca! ¡Uhmmmm ¡Más! ¡Más! ¡Ahhhhh, sí! ¡Más duro, por favor no pares, no pares jamás! ¡Ahhhhh! ¡Más duro! ¡Más fuerte! - exclamaba efusivamente Kano, entregándose plenamente al éxtasis arrollador del momento, sus palabras inundadas por la pasión desbordante que reflejaba en cada gemido.

La Reina sonrió con satisfacción al escuchar la respuesta tan fogosa por parte de su kohai. Sin vacilar, intensificó el ritmo de sus embates. Aún sorprendida por la resistencia y estrechez persistente de la feminidad de Kano, Su disfrutaba cada instante con fervor.

Amor Eterno - Temporada TresWhere stories live. Discover now