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En el area de entrenamiento Luke miraba a Beatrix entrenar junto a con su hermana. Su novia y hermanita juntas, ¿acaso podía pedir más?
Beatrix se había vuelto una de las mejores semidiosas en batalla, sabía usar perfectamente la espada y su habilidad con el arco y flecha seguía igual de exquisita. La pelirroja sabía pelear perfectamente y la mayoría de semidioses que la desafiaban terminaba en el piso, quejándose de dolor.
Su hermano mayor y lider de la cabaña de apolo le había asignado una tarea especial, ayudar a los más pequeños en su entrenamiento, en especial a sus hermanos. La pelirroja obedecía las órdenes del rubio, sin embargo solía entrenar a otros semidioses, entre ellos a la pequeña Annabeth Chase.
- Deja de mirar a mi hermana de esa forma, es raro - habló Jasper con disgusto.
Luke volteó a mirar al rubio, quién estaba al lado suyo de brazos cruzados.
— Lo siento cuñadito — se disculpó el castaño burlón — Es que estoy perdidamente enamorado de tu hermana.
— Vuelve a llamarme de esa forma y te cortaré la lengua — habló Jasper con el semblante serio.
Luke soltó una carcajada ante aquella respuesta, le encantaba molestar al rubio.
Jasper y Luke aparte de ser conocidos por ser líderes de sus respectivas cabañas, también lo eran por ser una de las mejores amistades del campamento. Ambos habían llegado casi al mismo tiempo en aquél lugar. Jasper se hospedaba en la cabaña de hermes cuando conoció a Luke, quién había llegado al campamento con dos chicas, Annabeth y Thalia, sin embargo, la última no lo logró.
Luke estaba mal en ese entonces, pero no le gustaba demostrarlo, no quería mostrarse débil ante Annabeth, quien solamente lo tenía a él en esos momentos.
Jasper fue de gran ayuda para el castaño, él fue quién lo ayudó a distraerse y le enseñó todo el campamento. Para los hijos de hermes y los no reclamados era imposible poder dormir en las noches, ya que las carcajadas de Luke y del rubio inundaban el lugar.
Sin duda, una de las mejores amistades.
Terminando el entrenamiento Beatrix y Annabeth caminaron cansadas hacia ambos chicos.
— Tú hermana es una pequeña máquina — habló la peliroja con una sonrisa sacudiendo el cabello de Annabeth.
— Lo sé, es fantástica — contestó Luke sonriente. Annabeth rió mientras ponía su espada en su cinturón.
Beatrix copio su acción para luego acercarse al castaño y rodear su cuello con sus brazos a la vez que Luke respondía agarrando a la pelirroja de su cintura.
