II

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Cuando las dos estuvieron solas en la sala, Nayeon se sentó en el sofá.

-Sepa que todavía no te he perdonado.

-Puedo vivir sin tu perdón pero no sin conocer esta historia.

-Gracias, eh.

-Aún tengo que perdonarte desde aquella vez que me rompiste el vestido con tu gran trasero.

Nayeon abrió la boca. -¿¡Cómo te atreves!? ¡Ya estaba roto!

-Aún no te he perdonado. Así que estamos a mano.

-¡No! Hay una gran diferencia entre lo que hiciste y lo que hice yo.

-El vestido era de la madre de Mina. Era un vestido del siglo XV. Tuve que asumir la culpa por ti.

Nayeon puso los ojos en blanco. -Como sea, estamos a mano. Entonces... Los padres de Jeongyeon le pidieron a Jihyo que la cuidara pero ella tenía que trabajar, así que ella me lo pidió a mí. Mi agencia cierra por la tarde, así que tuve tiempo de teletransportarme a su escuela y luego llevarla a su casa. Estaba convencida de que yo era un humano normal de diecinueve años.

-¿Cómo lograste bajar tanto la edad? No eras tan joven ni siquiera cuando te mordieron.

-Tsk. Como decía... Solía cuidarla, hasta que un día sus padres me dijeron que ya no era necesario porque Jeongyeon ya era lo suficientemente mayor. No nos vimos durante dos años y luego, cuando ella tenía quince años, nos volvimos a encontrar. Ella estaba muy feliz y me invitó a su casa. Desde entonces nos vimos todos los sábados por la noche.

-Explícame esa obsesión tuya por hacer de las chicas de catorce años tus amigas. Tener amigas jóvenes no te hará más joven. Debería sugerirle a mi tía que te venda en una tienda de antigüedades.

-¿¡Quieres escuchar la historia o no!? Y nadie está obsesionado con tener amigos jóvenes. En mi época, las chicas de mi edad, es decir, la edad que me mordieron, se comportaban en promedio como las que actualmente tienen entre doce y dieciséis años.

-Vieja.

Ella puso los ojos en blanco. -Como decía... Éramos amigad y, a la hora de dejar a Jeongyeon solo por varios días, el señor y la señora Yoo confiaban en mí. Era como si yo todavía fuera en parte su niñera, a pesar de que ella tenía quince años, pero eso estaba bien para ella. Entonces un día me di cuenta de que ya no era una niña. Tenía que ir a una fiesta y se había puesto un vestido. Y... Tenía unas curvas tan perfectas.

-¡Frene, frene, frene! ¿Cuántos años tenía?

-Dieciocho.

-¡Gracias a Dracula!

-Sus padres son conservadores, al igual que sus abuelos, empezó a usar vestidos desde esa edad.

-Sigues siendo un pedófilo, ella es literalmente un bebé comparada contigo.

-De todos modos... Noté que ella realmente había crecido. Y a partir de ahí lo miré con otros ojos. Y ella... Ella una vez me dijo que yo era hermosa y no pude resistir más y la besé.

-Cuando la pequeña tenía dieciocho años.

-Pero se me salieron los caninos. Se asustó y se alejó de mí. Estaba en crisis y no podía ni llorar, porque no tenemos lágrimas. No quería verme, decía que estaba loca, que era una criatura terrible. Inmediatamente le pedí ayuda a Mina y ella me consiguió una poción para que se olvidara de mí. Y así fue. Jihyo en realidad no sabe que me gustaba... nunca se lo dije. Todo lo que sabe es que Jeongyeon descubrió que yo era un vampiro porque se raspó la rodilla y mis colmillos salieron al ver la sangre.

𝐅𝐫𝐨𝐧𝐭𝐨𝐠é𝐧𝐞𝐬𝐢𝐬|2YEON|ESPOù les histoires vivent. Découvrez maintenant