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Las paredes de color azul cielo se sienten tan estrechas, la puerta que llevaba las marcas de altura de mi hermana y míos había sido remplazada y el olor a menta que caracterizaba el lugar había desaparecido.

Pero seguía siendo, mi lugar. Era como si todo ahí me gritara en la cara que no era más que un forastero, pero a la vez me dijera que conocía tan bien todo que era el lugar correcto para estar.

Sonreí mientras dejaba las maletas en el pórtico, no hubo necesidad de desprenderme de los zapatos, ni tampoco de quitarme la chaqueta que tenía un poco de nieve. No hubo tiempo para pensar en lo que era correcto al entrar, porque este espacio era mío. Tan mío que sentí una calidez en el pecho. Había vuelto y no fue hasta que me dejé caer en el sofá que supe que esto no era un sueño.

―Tienes que quitarte los zapatos, se que has vivido mucho tiempo fuera, pero esto es algo básico, no puedes hacerlo en otros lugares.

―Este no es otro lugar, es mi casa...― Dije, sonriendo y sintiendo satisfacción en esas palabras. ―Y no hay.... Nadie que pueda regañarme.

Lo último dejo una sensación un tanto amarga en mi boca, pero ya había pasado tiempo y no podía seguir enfrascado en ese dolor de la soledad, ya me estaba abrazando y creía a estas alturas que yo correspondía con ganas ese acto.

¿No es la soledad la única que me acompaña? Pues ya había una relación con ella, tan seria que podría decir que me gustaba su compañía, ya que jamás me abandonaba.

―Hyuk ¿en verdad quieres quedarte aquí? Mi departamento no es grande, pero bueno, no estarías solo.

―No quiero estar en tu departamento, tengo mi casa y no sé si lo sepas, pero llevó solo seis años, lo cual hace de esto una rutina. No te preocupes, estoy bien, me gusta mi espacio. ―Mi amigo me veía con cierta ¿compasión? ¿lastima? Lo que fuera era lo suficientemente molesto como para que me levantara del sofá y me cruzara de brazos justo delante de él.

Kyuhyun había crecido más, sabía que era más alto que yo, pero en estos años lo había hecho más o quizá era mi memoria la que me hacía una mala jugada y no me permitía recordarlo bien, a decir verdad, había cosas que recordaba y otras que eran borrosas.

―Escucha Kyuhyun, no sé si lo sepas, pero llevó cinco años solo en un país al otro lado del mundo, cuando debía dolerme no lo hizo y a estas alturas del partido ya no dolerá. Sé que te preocupas y lo agradezco, pero esa mirada que me estás dando en estos momentos me incomoda lo suficiente como para querer dejar las cosas claras, No me siento mal, no me duele nada relacionado a corea, no me siento morir por el recuerdo y lo más importante, se vivir sin nadie. Son cosas que aprendí desde chico, tu lo sabes ¿Qué no?

Mi amigo titubeo, pero asintió al final. Le di una palmada en la espalda, mostrándole una sonrisa, agradecía su preocupación, pero me incomodaba esta.

Kyuhyun era mi amigo, pero eran más las veces que había salido de vacaciones en esos seis años que las veces que había contactado a su amigo... Y la verdad es que las veces que salió de vacaciones podía contarlas con los dedos de una sola mano y sobraban. 

Y lo entendía, porque a esa edad era imposible que el viajara a otro país solo para visitar debes en cuando a su amigo, no era como ir y tomar un taxi y llegar, entendía eso. Lo que quizá de cierta forma no lograba entender del todo, era la falta de contacto por redes sociales, quizá era la falta de horario o quizá era ahora la falta de cosas en común, de igual forma eso ya no importaba porque ahora estaba aquí y le agradecía su ayuda en cuanto poner orden en esta casa que según sus palabras se estaba comenzando a caer. 

―Mencionaste que vendrá en dos semanas el doctor de tu hermana. ―Dijo Kyuhyun mientras tomaba asiento en el sofá, parecía tan cansado como yo y eso que él no había tomado un avión para llegar a otro país, ni tampoco tenía los estragos del jet lag.

―Si, soy el representante de su abuelo en cuanto su empresa, pero el dice que quiere supervisarme por lo menos unas semanas.

―¿Su abuelo aun no confía en ti?

―Lo hace, pero supongo que también está preocupado, a su edad le es difícil viajar así que me imagino que mando a Jungsoo para que me acompañe en lo que me acostumbro, le lleve un reporte y en caso de que vea que todo está yendo de una mala forma me pida que regrese.

―Entonces te ganaste al anciano.

―Bueno, viví dos años con él y trabajo en su empresa, supongo que debe haber cierto afecto.

―Yo no actuaría de esa forma con un empleado.

―Bueno, soy el empleado que resulta que es hermano de su ex mano derecha, creó que Sora le pidió algo molesto antes de morir y lo tomo muy enserio. ―Pude sentir la mirada de Kyuhyun en mí en todo momento, como si lo que dije fuera algo malo o cruel. Pero la verdad es que a veces me sentía no encajar con la familia Park, no era Sora, no era su sustituto y no podría cumplir con las expectativas que el Señor Park tenía en mí, yo simplemente no podía ser lo que él y mi hermana querían que fuera. Quiza el Sr Park, también se sentía decepcionado de mí y veía el tenerme "bajo su cuidado" como algo molesto.

―Hablas de la muerte de Sora como si no te importara. ―Ah, eso era lo que le molestaba y por ello esa mirada. Saque la cajetilla de cigarros que había comprado en la tienda de convivencia minutos atrás, mientras peleaba con el encendedor por no hacer su función y encender mi cigarro, cuando este prendió y calé de él, note la frustración de mi amigo ante mi silenció.

―¿Lo hago? ¿Entonces cómo debería de ser? ¿debería ponerme a llorar? Puedo hacerlo si eso quieres.

―Eres un idiota, estás hablando de la muerte de tu hermana como si eso no te doliera.

―¿Tengo que llorar para que me duela? ¿temblar? ¿Cómo le hago para que te des cuenta que me duele?

―Creó que estás cansado por el viaje, será mejor que te deje solo. Vendré mañana temprano.

Kyuhyun se levantó del sofá mientras yo daba otra calada al cigarrillo, la sala comenzaba a perder el olor a canela y tomaba lugar el olor particular del cigarro que se mezclaba con la incomodidad de la conversación.

―No hace falta que vengas Kyuhyun. ―Dije, mientras le sonreía. ― Debes estar ocupado y yo también lo estaré, tengo que revisar documentos, poner en orden la casa, comprar un auto y ver mi línea telefónica. ―Mi amigo me miró mientras asentía.

―Está bien, nos vemos después Hyukjae.

Ví a Kyuhyun irse, parecía decepcionado de mi forma de ser, pero lamentaba tener que ser yo con quien se diera cuenta del hecho de que las personas cambian y muchas veces, no es para bien. 

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Lento pero seguro, gracias por leer, espero su voto y gracias por esperar la segunda parte. 

Cómo podrán ver la actitud de Hyuk cambió, mantendré ciertas cosas del borrador anterior y otras cambiarán. Espero está historia les guste tanto como la primera parte y una vez más, gracias por leer.

LO QUE SIENTO POR TIWhere stories live. Discover now