CROMOSOMA (completa)

CAPITULO 41

NARRA DMITRY

Con deleite observo el cuerpo desnudo de la mujer que se apodero de todo mi ser. Parece temblar de excitación, nervios y miedo.

—Los días que duermas conmigo, lo harás desnuda. — digo al momento que muerdo el lóbulo de su oreja.

—Responde... Alessia. — uso mi voz profunda.

—Sin nada. — gime.

Es tan malditamente perfecta, su cuerpo se rinde tan fácil ante mis caricias, no importa cuanto se resista, cede ante mis manos y caricias, me desea tanto como yo.

<<Antes que nuestros cuerpos se uniera, ya nos habíamos follado con la mirada.>>

Se incorpora quedando de rodillas sobre la cama, me pongo de pie bajando de la cama y la detallo centímetro a centímetro, notando cada uno de los lunares que marcan su piel.

Tiene uno a cada lado de lado interno de sus muslos, dos en las nalgas, tres en el abdomen, uno sobre el pecho izquierdo, uno en la clavícula, otro en el centro del cuello, tres en la espalda alta, dos en un brazo y tres en el otro brazo en la parte de atrás, uno en la muñeca. Besare cada uno de ellos. Y uno perfecto sobre su vulva perfectamente afeitada,

—De rodillas sólo se hacen dos cosas, se reza o se peca, tú decides. — digo viéndola a los ojos.

Muerde su labio inferior como de costumbre, se acerca a gatas a la orilla de la cama y le acerco mi miembro duro. Me duele a causa de la excitación rezagada y las ansias del deseo de sentir sus labios cerrarse sobre él.

—¡Joder! — gruño al sentir sus húmedos labios.

Con una mano sujeta mi falo mientras introduce un trozo de mi verga en su boca, abre mucho la boca, su lengua hace círculos sobre mi glande mientras su mano sube y baja al compás de su boca.

—Pequeña, harás que me venga. — gruño sosteniéndola del cabello.

—¿Es malo? — pregunta inocente.

Amo que parezca inocente cuando en realidad es la lujuria pura, cara de ángel, cuerpo de diosa y alma de dominio en celo.

—No, es para saber donde lo quieres. — hago que acelere sus movimientos.

Chupa, lame, chupa, succiona, mama y chupa, una y otra vez mi verga hasta donde su capacidad puede, sus manos se encargan de estimular la parte que aun no puede tener en su garganta. Quiero metérsela toda hasta el fondo de la garganta, a mi pesar tendrá que esperar.

—Pequeña, ¿Dónde quieres mi leche? — pregunto a punto de venirme.

—Responde. — ordeno.

No responde solo chupa con más fuerza, succiona mi verga con fuerza, sus mejillas se cierran cada que chupa dejándome sentir la suavidad del interior de su boca, la saliva escurre humedeciendo más junto al liquido preseminal.

Le sostengo con fuerza la cabeza tomando el control y con rapidez le embisto la boca, fallándola con delicadeza para no lastimarla en el proceso. Intento salir de su boca para no derramarme en ella sin su aprobación, pero me lo impide sosteniéndome con fuerza.

—¡mierda! — gruño derramándome en su garganta.

Su garganta sube y baja bebiéndose toda mi corrida, chupa con suavidad mi verga, lame cada gota de mi semen sobre ella y luego se lame los labios sin dejar caer una gota.

—¡Joder! Eres tan lasciva. — la acuesto sobre su espalda y la beso con fuerza.

—No pasa nada si no podemos continuar. — dice en tono de consolación.