CROMOSOMA (completa)

CAPITULO 97

NARRA ALESSIA

Mi pecho brinca instado de emoción, mis siete novios están delante de mí de rodillas pidiéndome que acepte ser su esposa.

—Alessia. — susurra bajito Dmitry al ver que me quede pasmada.

—Sí, acepto mi amor. — digo justo en el momento en el que alguien acerca un micrófono.

Le tiendo mi mano y coloca el anillo en mi dedo, en el mismo en el que porto su anillo de promesa. Es un anillo con una gran piedra en el centro.

Se escuchan aplausos fuertes que me sacan de mi estado anonadado. Dmitry al igual que los demás se ponen de pie.

—Mi amor, me haces el hombre más feliz de la tierra. — dice y todos lo escuchan a causa del micrófono que aun porta en la mano.

Me abraza y da un beso sobre mi mejilla... entrega el micrófono, pasa Liosha a su lado y le da un abrazo.

—En hora buena hermano. — le dice a modo de felicitación alzando la voz para que todos lo escuchen.

Se acerca a donde estoy y me abraza fuerte.

—Te amo, gracias por aceptarme. — susurra solo para nosotros y da un beso en mi mejilla, me entrega la rosa de cristal en su mano.

Ya entendí porque el beso en la mejilla. Cada uno pasa a darle un abrazo a Dmitry y luego conmigo.

—Te amo, gracias por aceptarme. — susurra Alek y da un beso en mi mejilla.

—Te amo, hoy es el día más feliz de mi existencia. — susurra Jasha y da un beso en mi mejilla.

Estoy a punto de llorar. Muerdo mi labio duro para aguantar.

—Te amo, mi hermoso ángel gracias por permitirme existir a tu lado. — susurra Yura y da un beso en mi mejilla.

—Preciosa, gracias por aceptarnos, seremos eternamente tuyos. — susurra Sascha, besa mi mejilla y entrega la rosa en sus manos.

—Mi vida, es lo que eres. Te amo, gracias por aceptarme. — susurra Sasha, besa mi mejilla y me entrega la rosa.

Termino con seis rosas en las manos y un nudo enorme en la garganta.

—Bienvenida a la familia señorita Alessia. — habla en el micrófono Yura.

—A partir de hoy, será respetada como la prometida Volkov. — habla autoritario en el micrófono.

Me están temblando las piernas, ellos no se andan por las ramas, y en la nariz de la vieja mustian me han pedido matrimonio los siete y ni se percataron.

<<Solo los más perspicaces se darán cuenta que ocurrió aquí.>>

Los aplausos continúan, las luces se encienden y todos caminamos a la mesa principal sentándonos como habíamos acordado.

Liosha disimuladamente me pasa su pañuelo para que pueda secar mis lágrimas rebeldes, lo hago y le devuelvo el pañuelo por debajo de la mesa. Aprovecha para sostenerme la mano dándome un fuerte apretón que me devuelve la cordura y desaparece el nudo en mi garganta.

—Cuando lleguemos a casa tendrás muchas explicaciones que dar. — susurro en el oído de Dmitry.

Parece que traga seco, sonríe y me da un beso en los labios para callarme. El hombre continúa hablando en el micrófono, alabando las hazañas de mis novios.

—Que disfruten de la cena. — termina su discurso e ingresan meseros con grandes charolas y sirven en nuestra mesa.

—Relájate, ya paso lo peor. — susurra Dmitry y sostiene mi mano.