XXI

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La seguridad del pequeño niño dejó por momentos sin palabras a Helena ¿Que demonios se creía que era? Solo era el hijo bastardo de Lena, un chiquillo sin importancia, por que ella se encargaría  que sus futuros hijos con la CEO, fueran los verdaderos herederos y no esos molestos mocosos.

— ¿Como te atreves, a amenazarme mocoso insolente? ¡Como se ve que tu madre no los ha educado como debe ser, Lena es una CEO muy importante, no puede mostrarle al mundo hijos como ustedes que no tienen los modales que se requieren.

— ¡Basta! ¡No vas a venir a esta casa a hablarle de esa forma a mis hijos! — Lena se levantó furiosa y de la mano arrastró a helena al despacho, todos pudieron sentir el aura dominante de la mujer, incluso la ex prometida.

— ¡Suéltame, Lena, me estas haciendo daño!

— ¡¿Que estás haciendo en mi casa?! ¡Yo no te dije que podías venir aquí, mis hijos y mi esposa están viviendo conmigo, no puedes llegar de la nada a ofenderlos!

— ¡Yo soy tu prometida, tu futura esposa y la futura madre de tus herederos, nuestras familias están asociadas! Ella es solo una pobretona que si, te dio hijos, pero eso no cambia que no te sirve como esposa, tu eres una exitosa CEO que se mueve por las grandes elites, mi familia es poderosa, en cambio ella, ¡¿Que puede aportar al matrimonio?!

Pero Lena no necesitaba que aportará nada más que no fuera ella y sus hijos al matrimonio, por eso es que ella era tan rica, la CEO estaba feliz con su heredero y su princesa.

— Ese no es asunto tuyo, Helena, deja que yo me encargue de las cuestiones  de mi matrimonio, y no vuelvas a ofender a mis hijos o lo vas a lamentar — la seriedad con la que la mujer marcaba la línea, hizo que Helena cambiará de estrategia

— Entiendeme, Lena, ¿Por que no intentas ponerte en mi lugar? Llegó y te  encuentro casándote con otra mujer, una que dice que tiene hijos tuyos, ¿Si quiera has comprobado que son tus hijos realmente? Puede que ella te esté mintiendo y solo este detrás de tu dinero.

— Te lo diré de nuevo y espero que esta vez te quede claro, si tú o alguien más lo duda no es mi problema, yo y solo yo me encargaré de solucionar las cosas con su madre, tu no te vas a meter en nada que concierne a ellos, vas a respetar mi matrimonio mientras esté este vigente y sobre todo a mis hijos, ¿Está claro?

— Somos adultos, Lena, ella es solo tu esposa por contrato, no duraras más de un año casada, después volveremos a nuestros planes, quiero quedarme aquí a cuidar lo que es mío, tengo el derecho, tu eres mi prometida.

— Por supuesto que no, no meteré a otra mujer en la mansión Luthor, mientras esté casada con la madre de mis hijos, considera nuestro compromiso aplazado o cancelado si haci lo quieres mientras pasa el año que acorde estaría casada con ella, además mi padre jamás permitiría algo así.

— Está bien, entonces comprare una mansión que esté cerca de aquí para que puedas ir a verme, no voy a tenerte lejos por tanto tiempo, debes darme mi lugar, esa no es tu familia definitiva si no la que tendrás conmigo.

A Lena le supo mal el solo pensar que estaría lejos de sus hijos por que aunque vinieran otros bebés a futuro con Helena, Luis y Alura siempre serían los que más querría

— Haz lo que quieras simplemente no te acerques a ellos, te lo advierto, si me entero de lo que sea no me casaré contigo después de terminado el año — Lena conocía lo caprichosa e intensa que podía llegar a ser esa mujer, si solo tenerla ahí le hacía doler la cabeza

La CEO por fin logro hacer entender a la impulsiva mujer, Helena se fue no muy convencida de las peticiones de Lena, ella tenía sus propios planes,  no dejaría las cosas así nada mas, ese no era su estilo.

— Al volver Lena a la mesa, Kara se disculpó para retirarse, subió a su habitación molesta y dolida, entonces entre la mamá de sus hijos y ella no había cambiado nada, para ella no significaba nada todas las veces que habían echo el amor después de la boda, ella comprendió que debía darse su lugar y salir de la cama de esa estúpida mujer.

El resto del día Lena se la paso trabajando en el despacho, Kara estuvo por horas jugando con los gemelos y Andrés, ella amaba pasar las horas con ellos, la noche callo, los niños cenaron con su mamá, pero Kara no apareció, ella no bajo a cenar, Lena pregunto por ella a lo que Luis respondio, creo que mami está molesta contigo, no debiste dejar que esa mujer viniera a menospreciarnos, a mami no le gusto eso, ella es tu esposa y tu no le das el lugar que se merece

— No hice nada indebido, solo hablé con Helena, ella era mi prometida antes de encontrar a tu madre y a ustedes, le es un poco difícil aceptar que me he casado.

— Ese es problema de ella, no es problema de mami y no tiene por que soportarla que venga aqui, seguro que hoy vas a dormir en la bañera, es que yo trato de ayudarte mamá, pero tú me lo complicas mucho, si otra persona llega a mami, que la ame y la trate como una reina te va a abandonar.

Dicho eso Luis se dio la vuelta y se fue a su lugar de estudio que tenía en la planta baja a buscar una tarea, Lena lo miró detenidamente, ese diablillo le estaba advirtiendo acerca de su comportamiento y las consecuencias, ese pequeño demonio cambiaba los papeles muy a menudo

La ceo ya cansada subió a su recámara, se comenzó a quitar el traje para darse una ducha, ella esperaba encontrar a Kara dormida, pero en cambio la cama no está deshecha y ella no estaba ahí, busco en el cuarto de baño sin éxito, fue al armario donde se metió y lo recorrió buscándola pero de ella ni sus luces

— ¡Maldición! ¿En donde estas Kara? La mujer se vistió con un pantalón chándal, unas pantuflas y una playera para salir a buscar a su mujer, primero fue a la habitación de sus hijos pero no se encontraba ahí

— Mami no está aquí — Luis que ya se había preparado para dormir dijo a su madre que Kara no estaba con el

Lena fue al cuarto de Alura pero la niña se encontraba jugando con una tableta y de la madre ni señales, la mujer se estaba desesperando, se dirigió al ala de cuarto de huéspedes, abriendo una por una las habitaciones, hasta que dio con una chapa que no abría, entonces ella estaba ahí.

— ¡Kara, ábreme la puerta, no seas infantil, ven a dormir a la habitación conyugal!

Amor a segunda vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora