❝ Capitulo Quince ❞

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En el desayuno de la mañana siguiente, Hoseok le inclinó una ceja.

—¿Todavía no hay progreso en el frente de la base?

Yoongi miró directamente hacia adelante. Se negó a reconocer la pregunta.

»Eso es un no, lo entiendo.

—¿Estás seguro de que te estás aplicando? —preguntó Jiung.

Yoongi le dio una aguda mirada.

»Tienes que ser el Rob Roy de sus imaginaciones. ¿Lo estás llamando “muchacho bonito”? Los corazones de los ingleses se agitan con eso.

—¿Qué sabes de los corazones de los ingleses.

—Él tiene razón —intervino Hoseok—. “Muchacho bonito” es bueno.
“Muchachito bonito”, bueno, eso es aún mejor.

—“Tu muchachito bonito” —dijo Jiung, tomando la improvisación un paso más allá—. Lanzar un montón de “och” y “aye” y “no temas”, también.

Hoseok sacudió su cabeza.

—Todos ustedes están fallando en la respuesta obvia.

—¿Cuál es esa? —preguntó Namjoon.

Yoongi se alegró de que Namjoon hubiera preguntado, porque estaba seguro como el demonio de que él no lo haría. Pero a decir verdad, estaba llegando al final de su paciencia. Si no lo tenía pronto, se volvería loco de deseo.

En este punto, estaba dispuesto a escuchar cualquier idea, sin importar lo ridícula que fuera, incluso si venía de Hoseok.

Hoseok se encorvó para susurrar:

—Tiene que verlo con su conjunto. Camisa, tartán, todo.

Un áspero grito se levantó de los hombres.

Yoongi puso sus ojos en blanco y apuñaló su carne con su cuchillo.

»No, lo digo en serio —dijo Hoseok, poniéndose de pie—. Así es como va. Te levantas temprano una mañana, Capitán. Eliges una neblinosa, cuando la penumbra se asiente como una manta sobre el valle.

Ondeó su mano aplanada delante de ellos como un artista pintando un paisaje.

—Te desnudas, y luego te das un baño en el lago. Esperas hasta que él llegue a verte. Porque lo hará. Siempre lo hacen. Pero finge no notarlo cuando lo haga. Y entonces, justo cuando esté lo suficientemente cerca para ver y ha estado observando por un tiempo, sales del agua. Como un delfín. O una sirena. Disparando a través de la neblina y empujando hacia atrás tu cabello con ambas manos —Hoseok empujó ambas manos por su cabello para demostrarlo—, con todas las pequeñas gotas de agua goteando sobre las crestas de tus hombros y pecho. —Bailó sus dedos por su vientre—. Así.

Namjoon resopló.

—¿Así que se supone que debe bajar al lago al amanecer, chapotear en el agua fría durante una hora o dos, y luego salir? Encuentro difícil de creer que él vería algo impresionante.

Todos se rieron. Incluso Jake.

—Pueden reírse mucho —dijo Hoseok—, pero marca mi palabra, Capitán. Quita tu conjunto. La próxima vez que lo tengas en tus brazos, no será capaz de resistir.

—He estado casado —dijo el habitualmente silencioso Jay—. Te diré lo que él quiere. Quiere tus secretos. Quiere tu alma. Tienes que abrirte y encontrar esa rota y vergonzosa pieza de tu corazón que esconderías del mundo y de Dios mismo si pudieras lograrlo. Y entonces servírsela en una bandeja. No se conformará con nada menos.

El ambiente alrededor del grupo se volvió solemne.

—Bueno, me gusta más mi idea —dijo Hoseok, haciéndole un guiño a Yoongi—. Pruébala primero.

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