ℌ𝔦𝔯𝔞𝔢𝔱𝔥 | Un término galés, para una profunda nostalgia por un lugar, en el que nunca se ha estado.
𝔈𝔫 𝔡𝔬𝔫𝔡𝔢.... "Adora Yvonne Bell, una joven bruja, que llega a Forks luego de que por ciertas cuestiones abandona Los Ángeles, para poder...
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𝐔𝐍 𝐏𝐄𝐒𝐀𝐃𝐎 𝐒𝐔𝐒𝐏𝐈𝐑𝐎 salió de los labios de la azabache, mientras llegaba en el último minuto a su clase de bioquímica.
Una sonrisa de vergüenza se posó en sus labios, cuando se acercó al profesor que parecía divertido por la actitud de su estudiante. Adora se disculpó y le entrego su permiso, a la vez que él le daba unos libros que necesitaría, para la clase.
―Bien, todo está en orden. ―dijo, devolviéndole su permiso ya firmado. ―Puedes tomar asiento junto al joven Hale, la clase está por comenzar.
Adora miro a su alrededor, hasta que sus ojos se posaron el los de Jasper; que parecía ya observarla, ignoro eso y se acercó con tranquilidad al banco. Dejo sus cosas y tomo asiento, volteo a verlo por un segundo para sonreírle con amabilidad.
―Es un placer, soy Adora Bell. ―se presentó, su tono fue bajo ya que estaban por comenzar.
No respondió de inmediato, sino que la observo con detalle antes de hablar. ―Jasper Hale, a sus servicios señorita.
Se quise reír, el tono tan educado no era algo muy esperado para alguien de su "supuesta" edad, pero mantuvo la calma y una vez presentados, volvió su atención al frente con el profesor.
Toda la clase era aburrida, ella tomaba nota de las cosas importantes y trataba de seguir el ritmo de los demás, pero debes en cuando podía sentir la mirada de Jasper sobre ella, aunque prefirió fingir ser ignorante de esto, hasta que el profesor les puso un ejercicio en parejas.
―Siento esto, estoy algo perdida con el tema... ―se disculpó, mientras veía la planilla que debían completar.
―Tranquila. ―una sutil sonrisa se dibujó en sus labios. ―Tú escribe y yo lo resuelvo.
―Me parece justo... creo.
Le relajo que no estuviera molesto, además estaba curiosa por hablar con un vampiro de cerca; solo había leído de ellos.
―Así que... ¿Por qué se mudó a él pueblo más húmedo y frío, de Washington?. ―comenzó su interrogatorio, lo que la hizo sonreír sutilmente.
―No me desagrada el clima, mucho menos las vistas, hay belleza hasta en lo sombrío. ―responde, escribiendo cuando él le dicta la respuesta. ―Aunque la razón principal son problemas con la familia de mi padre, no soy del agrado de mi madrastra y medias hermanas.
Ese era el rumor que hicieron correr en el pueblo, para el aquelarre y las personas chismosas. Una joven tranquila, atormentada por la nueva familia de su padre, que huyo con la pequeña familia de su tío, por apoyo y consuelo. Aunque Adora, era muchas cosas y ocultaba muchas cosas, mentir era algo que se le dio, con demasiada naturalidad.
