CAP. 1

30 6 3
                                    

El tiempo había pasado, todo era diferente, muchas cosas habían cambiado. La habitación vacía, la cama tendida, las paredes claras y limpias; no había más, recordar todo por lo que había pasado no era una opción, sino más bien, algo inevitable.
El pasado la perseguía y por más terapia y medicamentos que se le obligara a tomar, el sentimiento de haberse equivocado y haber cometido los peores errores, no la dejaban sóla.

Cada mañana al despertar, era dirigida y escoltada a sus sesiones de terapia diarias, era así desde el primer día; cada mañana, sin falta.

(...)

—Buenos días princesa.

Ya era rutinario, no esperaba volver a su habitación y estar por completo tranquila, sabía que él aún buscaba mantener su control sobre ella y eso la desquiciaba.

—¿Y tú qué haces aquí? -preguntó Lisa, parada sobre el marco de la puerta ya cerrada, ya enfadada de verlo ahí en su habitación a diario.

—¿Que tal tu sesión de hoy? -cuestionó Jungkook, sentado tranquilamente sobre el único mueble en la habitación, la cama.

—Tú deberías saberlo, tú me encerraste aquí. -dijo seca.- Supongo que recibes reportes de todo lo que hago.

—Despues de tanto tiempo, me sorprende que me sigas culpando. -sonrió.

—¿Y a quien más?, no estaríamos pasando por ésto de no ser por tí. -su voz aún sonaba acusadora.

—Deberias agradecerme. -soltó cínicamente.- Vamos, no habrías podido hacerlo tu sóla... con tus padres ausentes y conmigo siendo un irresponsable. Ésto te vino como anillo al dedo.

—¿Es por eso que haces ésto?, ¿venir aquí?, ¿para recordarme lo que no puedo tener?, ¿para recordarme lo mucho que aún tienes control sobre mí?

—No sé de qué me estás hablando.

—Has venido aquí, cada día desde hace tres meses, después de no haberlo hecho durante nueve y... -su voz comenzó a temblar.- cada que te presentas frente a mí, es para recordarme lo que me quitaste.

—Yo no te he quitado nada. -dijo, dando un salto de la cama. Acercándose a ella.

—¿Ah no?

—Conmigo lo tienes todo... -acunó su mejilla con su mano, sonriendo.

—No puedo creerlo, sigues siendo el mismo maldito, imbécil egocéntrico de siempre.

Lisa de verdad estaba molesta, empujó su mano de un golpe, haciéndola caer a un costado mientras ella se retiraba caminando hacia la cama. Y es que, Jungkook la había hecho pasar por mucho y estaba más molesta con ella misma por no sentir el odio necesario hacia él.

—Sigo aquí. -Dijo Jungkook, en reacción a la acción de Lisa.

—Por que, tienes que... me lo debes. -le soltó de repente.

—¿Y tus amigas? -se burló.

—¿Que hay con ellas?

—A pasado un año y no han venido a verte una sola vez.

—Sus razones tendrán, a demás, ellas no tienen una obligación conmigo. -intentó convencer.

—¿Y yo sí? -soltó en una risa.

—Maldita sea Kook, me lo debes. Es tú obligación, tienes que cuidarla. -dijo, aún que más que reclamo, sonó suplicante y desesperada.

—No tengo que. -mencionó indiferente.

—Si, si tienes. No me dejan acercarme por tu culpa, por qué soy "inestable" para estar con ella. -su voz salía débil, triste.

—¿Y no lo eres?, podrías lastimarla.

La burla en las palabras de Jungkook le hacían ver a Lisa quien era él realmente y aún que ya lo sabía, estaba ligada a él; no había manera de alejarse, no tan fácil.

—¿Y tú no?, te recuerdo que fuiste tú el maldito loco que intentó matar a dos personas por celos.

—Nadie se mete con lo que es mío. -sonrió.- Esa chica te tocó de más y, Jimin se enamoró... No podía permitirlo. Agradece que tus amigas sigan con vida.

Lisa se quedó helada. La primera vez que él había hablado de esa manera de sus amigas, ella no dudó ni un segundo en amenazarlo pero, ahora tenía que guardar sus palabras un poco más, pues él tenía la ventaja y Lisa no estaba en condiciones de recuperar la suya.

—¿Por eso hiciste que me la quitaran?, por qué, ¿estás celoso de ella? -comprendió, así como lo había hecho tiempo atrás que, no era ella la del problema. El problema era él y su extraña obsesión.

—Espero que entiendas que soy el único que puede tenerte. -dijo, con una voz tan suave que hizo que Lisa se estremeciera.

—Creo que eso cambió hace mucho. -intentó hacerle entender.

—Pues espero que vuelva a cambiar, -su expresión cambió y sus ojos se volvieron más oscuros.- o tendré que hacer cosas de las que no me sentiré muy orgulloso.

—Púdrete.

Sabía a qué se refería, sabía que estaba tratando de manipularla y sabía, que lo estaba logrando.

—Te amo. -le dijo de repente, acercándose de nuevo y acunando nuevamente su mejilla contra la palma de su mano, con una sonrisa que si bien muchas veces era sincera, ésta vez lograba asustar a la tailandesa.

—Eso no es amor. -soltó en un hilo de voz.

—Lo es, y sé que tú también lo sientes. -le susurró.

Los ojos de Lisa comenzaron a humedecerse. ¿En qué momento había llegado a ésto?, sabía que se había equivocado incontables veces en toda su vida pero, ¿Cuando fue que todo se echó a perder?, ¿En qué momento perdió el control?.

—Jungkook, quiero que te vayas. -susurró sabiendo que no podría resistirse si él se acercaba un poco más, y se odiaba a si misma por ello, por saber que si él quería, la habría tenido completamente desnuda desde que cruzó la puerta.

—Está bien, -dijo, sabiendo que aún tenía el control sobre ella.- pasaré a verla. ¿le mando tus saludos?, ¿le doy un beso de tu parte? -sonrió, burlándose.

—Jódete. -soltó ella, con una lágrima rodando por su mejilla.

Jungkook salió sonriente de la habitación, dejando a Lisa completamente ahogada en sus pensamientos. En cambio él, él caminaba triunfante por el pasillo, encontrándose con las personas que lo habían hecho entender que, Lisa no lo pondría siempre a él primero.

👣

Blame MeWhere stories live. Discover now