CAP. 16

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Después de dos horas, Jungkook volvió a entrar a su habitación encontrandola en la misma posición en qué la había encontrado dos horas antes.

—Princesa. -llamó.- Alguien vino a verte.

Sus tres amigas entraron a la habitación lentamente, mirando las cortinas cerradas evitando que entrara luz al lugar.
Jisoo las miró y caminó para abrirlas. Lisa se hizo reaccionar cuando la luz del sol le dió en el rostro y las miró.

—¿Ya puedo ver a mi bebé? -preguntó con una sonrisa.

Todas se miraron y rápidamente supieron que era parte de su actuación. Rosé se acercó a Lisa y acarició su cabeza.

—¿Lisa? -le llamó suavemente con la mirada de Jungkook sobre ellas.- Tu bebé no está.

Lisa la miró y de pronto sus ojos comenzaron a humedecerse hasta soltar de nuevo ese llanto desgarrador.

—¿No está? -preguntó antes de sollozar lanzándose a los brazos de Rosé.

—No debiste decirle eso. -intentó reclamar Jungkook.

Jennie lo detuvo haciéndolo mirar el fuerte abrazo que Lisa le daba a Rosé en medio de aquel destrozado llanto, desahogandose.

—Nosotras nos encargamos. -le dijo.

—Ahora nos necesita a nosotras, no a tí, y lo sabes. -le dijo Jisoo haciéndolo salir de la habitación.

Jungkook salió sin reclamar.

—Llámenme si necesitan algo. -aclaró antes de irse, dejándolas solas.

(...)

—Wow. -soltó Jisoo entrando nuevamente a la habitación.- Hasta yo me la creí, debo decirlo, me siento orgullosa de esa excelente actuación.

Lisa rió, separándose de Rosé, secando sus lágrimas.

—Hasta pareciera que de verdad perdiste a alguien. -dijo Jennie.

—Hablando de perder. -recordó mirándolas.- ¿Dónde la dejaron?

—Tranquila, -calmó Jisoo.- la están cuidando bien.

—¿Quién? -preguntó preocupada.

—Lo importante es que la están cuidando... -aclaró Jennie.

—Jimin... -agregó Rosé cautelosa sabiendo que a Lisa no le encantaría aquello.

—¿Jimin?

Las tres asintieron.

—Habría aceptado que la dejaran con Jin o Taehyung pero, ¿Jimin? -reclamó.- Creí que ya no confiabamos en él. -dijo mirando a Rosé.

—Antes que nada... -explicó Jennie.- Tae y Jin quedaron fuera desde que volvieron a ser amigos de Jungkook.

—Y no confiabamos en Jimin... -continuó Rosé.- Pero él nos está ayudando y es mejor dejarla con él a dejarla sóla o con alguien que fácil correría a decirle a Jungkook todo.

—Ademas, -añadió Jisoo.- teníamos que venir y, teníamos que hacerlo todas para que Jungkook no sospechara.

—Bien, está bien... -bufó Lisa.- ya entendí.

—De verdad, la está cuidando bien. -aseguró Jennie.

—Si. -sonrió Jisoo.- Estuvo al pendiente de ella toda la madrugada. ¿Verdad Rosie? -la miró.- Durmió con Chaeyoung.

La rubia la miró acusadoramente recibiendo la mirada burlona de Lisa.

—No durmió conmigo. -explicó.- Se quedó en el sofá.

—Mhm... -tarareó Lisa en burla.- ¿Y dónde estaba Suni cuando tú dormías en tu cama y él en el sofá?.

—Ya te cacharon. -se burló Jennie.- Suni se quedó conmigo.

Lisa rió.

—Jimin dijo que "se quedaba ahí para estar más al pendiente por cualquier cosa". -arremedó Jisoo.

—Es que cuando uno está enamorado... -se burló Lisa.

—Muy graciosas. -reclamó Rosé.- Enamorado Jungkook... se guardó su orgullo para hablarnos y venir a verte.

—Jungkook no está enamorado, -aclaró Lisa.- está obsesionado.

—Y enfermo. -agregó Jennie.

—Como sea... -siguió Jisoo.- hay que empezar la siguiente parte para sacarte de aquí.

Lisa suspiró.

—¿Ésta noche? -preguntó.

Las cuatro se miraron, repitiendo al unísono.

—Ésta noche.

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