❝'Cause she needs somebody, to tell her that it's gonna last forever
So, tell me have you ever really, really, really, ever loved a woman? Yeah❞
Dónde los inocentes sentimientos y escenarios anhelados del capitán del Ryujin Nippon en las Olimpiadas...
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📍 13 de Febrero de 2020 | Perugia, Italia.
Narrador Omnipresente:
Sofía tronó su cuello en dos movimientos mientras dejaba soltar un jadeo cansado.
Había sido una gran noche de partidos fuera de Milán, pero las movidas de todos estos días la tenían un poco estropeada. Aunque agradecía que se le hubiera unido el otro fisioterapeuta que era su compañero, que era quien más daba la cara por los dos.
Era más extrovertido en esos casos.
La mujer llevó su cabello agarrado en una práctica cola alta hacía atrás mientras escuchaba a su compañero y asentía a sus palabras en el camino hacía el autobus que los llevaría a su hotel. A pesar de que ambos individuos estaban hablando un poco apartados del resto, una mirada no dejaba de observar Sofía.
Yuki quería respuestas.
Aunque lo más probable es que era por él más que por ella.
Tenía horas, días y semanas con la imágen de Sofía persiguiéndolo, y no solo en su mente. Se encontraban en todos lados y eso le estaba empezando a acelerar el corazón de una manera profunda, que lo colocaba hasta colorado de las mejillas y por ello, siempre evitaba a la mujer.
¿Con qué cara la vería, si apenas ella lo veía y lo tenía hecho un manojo de nervios?
Quizás Sofía Mazzeo no sabía algo al respecto, pero llevaba comiendo de la palma de su mano al capitán del Ryujin Nippon sin mucho que hacer.
La mujer era una joya, bonita, amable con todos y te regalaba una mirada profunda las veces que conectaba su mirada con ella. Era tranquila, pero su magnetismo no era algo silencioso y menos, cuando hablaba. Literal, atraía a todos a verla o acercarse para decirle algo; aunque algunos lograban pasar la prueba de acercarse y cruzar unas palabras con la venezolana, otros como Yuki Ishikawa estaban seguros que ella era alguien imposible de alcanzar.
¿Ni siquiera la había visto de cerca? Era...bellisima, en todos los sentidos.
—...Está bien, me parece bien. Oye, Piano, ¿por qué no invitamos a la bonita fisioteraupeta y a su compañero?—al oír esas palabras, Yuki volteó su rostro a su compañero que arreglaba la correa de su bolso en el hombro—Son parte del equipo, y también trabajeremos con ellos toda la temporada, debemos conocerlos.
—O pedirle el número a lo chica—añadió uno de ellos, a lo que el japónes soportó como pudo las ganas de enviarle una mala mirada al hombre mientras volvía a buscar a Sofía.
Lo menos que quería es que ella se asustara y no les volviera hablar, además que si el capitán japónes empezaba a calcular todo en un plano más extenso, esto era la perfecta brecha para saber más de Sofía.
Quizás conocer cuando era su cumpleaños o si le gustaba algo en específico, que tipo de café tomaba ya que de vez en cuando la encontraba en cafeterías o cuál era su libro favorito de los tantos que había visto entre sus dedos largos y sus uñas pintadas con un simple diseño fránces.
