¿Por qué me miras de esa forma?
¿Por qué me miras con esa expresión?
Me miras con asco, eso hace que me duela.
Presiono mi pecho y siento mi corazón.
Mis uñas se enterraron en mi piel,
se enterraron tan profundamente.
Quería mostrarte mi corazón.
Quiero que lo veas.
No te niegues a verlo,
¡no desvíes la mirada!
¿Acaso te doy asco de verdad?
Parece que ya no quieres mirarme.
¿No quieres mirar lo que ocasionaste?
Mira el desastre que causaste.
Me estoy desangrando.
Lo hago por ti.
Mira mi corazón.
¡Miralo, ya!
¿Por qué no lo quieres mirar?
¿Te sigue dando asco?
Mira como late, como la sangre escurre.
Las arterias parecen vivas,
sobresaliendo con su singular azul,
entre la carne rojiza de mi corazón.
Te estoy extendiendo mi corazón,
te estoy extendiendo mi dolor.
¿Por qué no lo abrazas?
¿Por qué te alejas?
