Los (no) poemas

XI

Niña bonita,
con esa sonrisita
tan oculta
y timida.

Con esos ojitos
tan enormes y
brillantes,
que ocultan grandes secretos.

Una voz tan encantadora
y profunda, que
quien no se enamore
sería un tonto.

Un rostro tan angelical,
que el corazón brinca
con deseos de llegar
a ti, niña bonita.

Ay, niña bonita,
no aceptes a cualquier persona
en tu hermoso corazón, y
ten un pequeño espacio para mí.