⎯15. Un amigable dragón intenta comernos

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›› "Un adorable dragón intenta comernos. "
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[ Capítulo Quince. ]

Intentamos explicarle al padre de Annabeth lo mejor que pudimos. Tampoco queríamos soltar toda la información de golpe y que al pobre le diera un colapso, o algo así.
Mientras tanto, la luz de la tarde empezaba a escasear, estábamos quedándonos sin tiempo.

Thalia habló, necesitábamos el coche, y lamentablemente para el señor Chase, él no podría venir con nosotros.
Su esposa lo interrumpió, trayendo algunos bocadillos. No noté el hambre que tenía, hasta que por mi nariz entró un aroma a chocolate y galletas, lo que hizo que mi estómago rugiera automáticamente. Sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar, y por eso necesitábamos una buena cantidad de energía.

Mis ojos brillaron, habían emparedados, galletas, bocadillos de chocolate y lo mejor, vasos de coca-cola real. En el campamento no existía la coca-cola, solamente había una especie de réplica carbonatada.

Dejé de prestar atención a la charla y me dediqué a comer con tranquilidad, me sentía como una niña pequeña con tantos dulces.

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Luego de agradecerle a ambos adultos, nos montamos en aquél descapotable color amarillo pálido. El sol estaba demasiado bajo, por lo que no dudé en que nos quedara menos de una hora.

-No podemos ir más deprisa? -

Thalia se quejó, pero Zoe hacía todo lo posible para combatir el tráfico de San Francisco.
Avanzamos esquivando a los coches que se ponían en nuestro camino, era casi como un videojuego. Los rayos del sol escaseaban cuando por fin llegamos a Marin y salimos de la autopista. Pero, ahora la carretera era estrecha, rodeada de bosques y exageradamente llena de ripios.

-Huele a pastilla para la tos... -

Dijo Percy.

-Son eucaliptos... A los monstruos les encanta masticar las hojas, en especial a los dragones. -

Yo volteé a ver los enormes árboles que se alzaba con impunidad enfrente nuestro.

-Los dragones mastican eucalipto? -

Volví mi mirada a Zoe, quién asintió sin despegar la vista del camino.

-Creeme que si tuvieras el aliento de un dragón, tu también las masticarías. -

Nadie dijo más nada. Ante nosotros se alzaba el monte Tamalpais. Para ser una montaña, era más pequeño de lo que creíamos.

-La montaña de la desesperación. -

Dije.

-Sí. - Zoe respondió tensa.

Percy preguntó el porque del nombre, y entonces nos contó una pequeña historia.

-Luego de la guerra entre dioses y titanes, muchos de estos fueron castigados y encarcelados. A cronos lo cortaron en pedazos y lo arrojaron a los más profundo del Tártaro.
El general que comandaba sus fuerzas, prácticamente su mano derecha, fue encerrado ahí, en la cima de la montaña, junto al jardín de más Hespérides. -

Las nubes, cada vez más bajas, se iban arremolinando al rededor de la cumbre.
La niebla era cada vez más densa, inclusive juraría que se hacía más difícil respirar, y a medida que dejábamos el bosque atrás, los nubarrones grises se seguían espesando. Era una escena digna de una película de terror.

▍  ' 𝄖𝐒𝐏𝐄𝐂𝐓𝐑𝐔𝐌 ㅤ❪ N. D'Angelo ❫ ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora