My Only Moonshine (Sunny Day Jack X OC)

Jarrito Nuevo, ¿Donde te pondré?

Al día siguiente. 29 Junio 1984.
   
    ¿Has reflexionado profundamente sobre las personas que se gustan y se tienen un cariño mutuo pero no manifiestan su sentir? El 30 de junio es uno de los días más peligrosos para los que tienen el corazón roto.
   
    Observar y ver la cantidad de regalos y cosas que dan hacia los demás te hace sentir una presión un poquito fea en el pecho. Más cuando estás pasando una situación como la de Metztli.
    Bueno, súmale el hecho de que está conviviendo con el fantasma de su alma gemela casi a diario. A partir de lo ocurrido aquél día, la joven bruja bajó las defensas de ser tan estricta con Jack, y le perdonaba varios detalles como el hecho de que Sunny le daba cariñitos más seguido, abrazos, apapachos y consuelo.
   
    Ella no podía negarse, estando tan vulnerable y sensible era más propensa a no rechazar esas muestras de afecto porque de forma muy inconciente le gusta. Metztli le gusta que Jack sea de esa forma con ella...
   
    ¿Pero porqué?
 
  Aquella pregunta se repetía en su mente, estando sentada en la azotea, mirando al cielo. Apenas estaba haciéndose de noche y había una luna casi llena, espectacular, una que había previsto y esperado desde el mes pasado. Metztli estaba a punto de meterse a una profunda meditación para averiguar si la presencia de "Joseph" en su vida era beneficiosa ó peligrosa.
 
   Se preguntarán, ¿Dónde estaba Jack? Haciendo nada más ni nada menos que los planes para realizar con Metztli y él. No era mucho, pero sabía que podía funcionar. En la cocina podías verlo con una batidora automática preparando masa para galletas. Tenía harina y trazas de chocolate al son de la música en la radio. Como la pequeña bruja no estaba presente y Joseph sabía que ella no bajaría hasta dentro de dos horas, aprovechó la oportunidad para prepararlo todo y que fuera una sorpresa al día siguiente. Si, era un fantasma pero no un genio de la lámpara como para aparecer las cosas en menos de 5 segundos, ¿Sabes?
  
   A Joseph le encanta con el alma (literal) el rock, justo en la radio se estaba transmitiendo su canción favorita. Metztli en cuanto se da cuenta del volumen muy fuerte de la radio, decide levantarse para ir a ver de dónde provenía.

¿Ella recibirá regalos el 30 de Junio? No lo sabemos aún. Metztli recuerda el año pasado cuando literal nadie le dio regalo, pero era normal, no es como si la muchacha saliera seguido de fiesta o con amigos. Aparte la joven bruja no tenía otro lugar en común más que el local. Sí ella siguiera en la carrera de sus sueños, sería otro cantar.

  Mientras Metztli va bajando las escaleras puede escuchar de fondo que el teléfono está sonando, y en vez de ir hacia la cocina decide dar la vuelta hacia el teléfono fijo. El aroma a mantequilla y azúcar glass la sobresaltó.
 
  —¡Jack, bájale a tu volumen! ¡Voy a contestar el teléfono! —le grita Metztli lo suficientemente fuerte como para llamar su atención.
 
  Jack de inmediato entra en alerta apagando la radio de inmediato y poniendo un trapo sobre la batidora automática, mirando de reojo por el pasillo si es que la chica se acercaba. Pero solo escuchó su voz contestando el teléfono.
   
    —¿Hola? —Metztli al contestar el teléfono fijo, nota cómo Jack se coloca detrás de ella, como si también quisiera escuchar del otro lado.
    —¡Metztli bruja poderosa, maestra de los muertos y maga suprema! —Se escucha una voz grave al otro lado del teléfono, junto con una risa sumamente característica de aquél—. ¡Mueve esas piernas y ven al edificio Rigby!
    —¡¿Shaun?! —La chica no puede evitar emocionarse por volver a escuchar la voz de su mejor amigo después de tanto tiempo. Un alivio aturde su corazón como una ola de amor fraternal—. ¡Maldito cinéfilo lunático! ¡Pensé que estabas enojado conmigo después de lo ocurrido con Ian!
    —¿Porqué me enojaría? No lo conocía muy bien. Yo soy más amigo tuyo que de él. —aclara en un tono de voz más sereno y tentador—. ¡Ven de inmediato al edificio, corre! ¡Cuelga y corre!

La chica en cuanto escucha tal sentencia cuelga el teléfono y con las fuerzas de su corazón está a punto de salir corriendo del departamento... Hasta que siente que Sunny Day Jack la ha agarrado del brazo. Por primera vez la estaba agarrando sin tener cuidado alguno de su tacto. Metztli solo ríe intentando soltarse, pero no puede.