#1. Saga: El Alfa equivocado.
Jimin fue seleccionado entre múltiples omegas de la realeza, para contraer matrimonio con el futuro rey de Agatha.
Fue el único Omega elegido para casarse con el príncipe, pero en el momento en que se conocen, Jimin pie...
Jimin concluye, después de comenzar a caminar por el camino de piedra, siendo acompañado por algunos guardas detrás, que no hay viaje en carretera más desastroso que el que acababa de tener.
Aunque compartió dormitorio con Jungkook y todo iba bien, el viaje en carretera, pasar por caminos casi deshabitados y asustarse porque el hombre, que al parecer era Omega, que manejaba el carruaje, contaba miles de anécdotas de ladrones en la carretera. Jungkook le había intentado calmar, pero el saber que iban por un camino peligroso, no le dejó dormir durante el viaje, cosa que le alargaba a la hora de dormir.
Lo bueno de ello, es que había conocido ciertas facetas del delta. Su esposo adoraba la playa y si fuera por él, viviría allí el resto de su vida. Las anécdotas que contaba sobre el lugar eran dignas de contar a futuras generaciones.
En su adolescencia, había experimentado olas fuertes del mar, incluso se perdió unos días en una isla que pertenecía al reino, agradece que habían guardias buscándole o quizás tendría que quedarse en la isla el resto de su vida y Jimin jamás habría tenido la dicha de conocerle (lo último le había dicho en tono irónico, pero el príncipe agradeció no haberse perdido en realidad), después de pasar noches hablando de cosas banales, llegaban a la cama y dormían como lo estaban haciendo antes, acurrucados entre sí, con las manos entrelazadas.
En poco tiempo se había vuelto una rutina.
Deseaban que su lazo se volviera aún más fuerte con el tiempo que daban. El médico suplente de la familia real, llegaría una semana después de que ellos se instalaran en el lugar. Jungkook había pedido que llegara, después de que el Omega estuviera por entrar en celo.
No era seguro aún.
Ahora que caminaban con las manos entrelazadas, Jungkook era una clase de guía y Jimin simplemente asentía.
Todo se sentía en el lugar correcto.
Al llegar a la entrada, Jimin se topó con un portón dorado y unas letras que le adornaban.
Familia real. Estaba enmarcado y casi deja caer su boca.
Sabe lo costoso que es un objeto así...Es sorprendente el dinero que gastó la familia real en ello. Está en buen estado, como si lo hubieran hecho antes de que ellos llegaran.
"Wow". Deja que se escape de sus labios. Jungkook suelta una pequeña carcajada. Les abren la puerta y hay una mujer de cabellos dorados y ojos azules que sonríe.
"Bienvenidos". Se inclina y ellos saludan de vuelta. La mujer camina frente a ellos y comienza a guiarles. "Todo está en perfecto estado. Las mucamas se están encargando de instalar sus objetos en la habitación".
"Gracias".
"Estoy a sus servicios, mis señores".
Les deja frente a una gran casa de madera. Jungkook aprieta la mano entre la de Jimin. "Te dije que era el mejor lugar para descansar".
"Se ve...acogedor". La verdad es que la casa parecía ser más grande que la que tenía su padre y aún así, Jungkook decía que no era tan grande como las otras que se repartirán entre el reino. La vida de un príncipe era diferente a la de un chico de clase más baja que la suya, lo tenía claro.
Tenía relieves que Jimin no pudo observar con detenimiento, pues su esposo, un hombre imponente ante ojos desconocidos, le arrastraba hacia adelante. Luego podría dedicarse a admirar el lugar.
"Una vez rompí un jarrón jugando..." No terminó la oración, cuando notó un retrato y cambió de tema. "Mi abuela solía organizar estos cuadros de acuerdo al año en que fallecía la persona...era muy tenebroso".
El príncipe finge temblar y Jimin sonríe un poco. "Mi padre solía organizar los libros de acuerdo a la fecha de muerte del autor..."
"Uhm, personas excéntricas, ¿tienes algún gusto parecido, me he casado con un coleccionista de dedos o algo así?"
Esa era otra cosa que había cambiado. Jungkook intentaba bromear un poco, la verdad es que no le salía tan bien, pero Jimin no sería tan cruel como para no reír, su esposo era un mal bromista.
Jimin suelta su mano y golpea su hombro. Jungkook sonríe y comienzan a caminar.
La casa es mucho más grande y linda de lo que se ve por fuera y eso es mucho decir. Todo estaba en perfectas condiciones y era acogedor.
Jungkook se encargó de enseñarle las siete habitaciones del lugar, las dos cocinas y una pequeña biblioteca. Le había explicado que la casa para los trabajadores estaba a menos de tres kilómetros.
Para final del pequeño tour, Jimin iba a quejarse del hambre, cuando Jungkook decidió mostrarle el jardín trasero que daba con la playa.
Bajaron unas escaleras que daban con el lugar y había un ventanal. El delta había soltado su agarre y la abrió de un tiro.
Jimin sintió que la fuerte brisa impactaba con su cuerpo, era casi imposible que al cruzar el portón no sintiera tal brisa, pero luego recordó que habían caminado mucho más, antes de llegar a la casa. Jamás había visto una playa en su vida. Había leído las descripciones de una, pero no se lo imaginaba tan... asombroso. Aunque habían unas pequeñas torres de piedra que no parecían pertenecer allí, no pensó que era algo anormal.
"Y aquí está lo más importante. La playa está cerca de la casa. Es un lugar donde, incluso si subiera la marea, no llegaría a la playa. Es artificial, tardaron años en construir todo a la perfección. Mis antepasados lo hicieron. Hay una cabaña aquí por si quieres pasar unos días también, claro, siempre y cuando esté incluido". Jimin se atreve a sonreír y estar en puntas para besar su mejilla.
"Tendría que pensarlo. Pateas mucho al dormir, querido esposo". Jimin ha intentado soltar su malestar, seguirle el juego a Jungkook ha sido sencillo.
Jungkook toca su barbilla, fingiendo pensar y luego asiente. "Lo siento, cambio de opinión, no tienes opción".
Jimin rueda los ojos. "Pobre de mí". Toca el hombro del príncipe. Agrega. "Quiero cambiarme para estar en el agua, me gustaría tocar la arena, se ve agradable". Se habría olvidado del hambre, de no ser por el gruñido que suelta su estómago.
"Está bien, pero primero debemos comer".
Un sonrojo tiñe sus mejillas.
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la verdad es que estoy aprendiendo a tejer y me distraje, lamento el capítulo tardío jska, espero les guste el rumbo de esto...se viene un poquito fluff antes del final, porque nos estamos acercando, aunque no mucho, pero lo hacemos!!
de nuevo, gracias por leer/comentar/votar, no saben cuánto lo aprecio 💗
