Capítulo 22: Ni lo pienses.

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Luz y Amity aún no sabían cómo tocar el tema de los orígenes de los magos porque no estaban listas para las letanías de regaño por parte de Eda. Además, ambas también buscaban una manera de que Luz fuera a la cena con Amity sin que esta fuera descubierta y que Eda, le diera permiso de ir.

-¿Qué te parece si hacemos la cena para Eda y empezamos a hablar sobre los magos diciendo que en La Rodilla Gus me había contado sobre ellos y que ahí fue donde me entró la curiosidad de su origen? —Sugirió Luz—.

-Es una buena idea, solo que no podré acompañarte en la cena, te ayudaré a hacerla obviamente, pero no podré estar. —Dijo Amity con desánimo—

-Es cierto, tienes que llegar a tu casa. No hay problema, tu regresa a casa tranquila, aquí tendré todo bajo control. —Guiñó Luz con orgullo—.

-Si... suerte, ¿ok? Me llamas por cuervo Comunicación para saber que te dijo, ¿si?

-Claro.

-Y no olvides lo de la cena, claro, si aún quieres ir. —Añadió Amity tímidamente—.

-¡Por supuesto que quiero! Eso es lo primero que preguntaré en caso de que se enfade por lo de los magos, ya tengo el permiso.

-Perfecto, entonces vamos, hagamos la cena para ganar puntos con Eda.

Las chicas hicieron la cena favorita de Eda, acompañada por supuesto de sangre de manzana. Al terminar de hacerla, Amity se despidió de Luz con un choque de manos, le deseo suerte y partió a su casa.

Una hora más tarde llegó Eda, King y Lilith, quienes se sorprendieron con la cortesía de Luz y Amity.

-¿A qué se debe tal molestia? —Preguntó Lilith— No sabía que Amity tuviera saberes culinarios. —Añadió—.

-Wuaa, escarabajos fritos! ¡Dámelos! ¡Dámelos! —Se abalanzó King sobre el plato—.

-Vaya, al fin mis principales aprendices me tratan como reina. —Dijo Eda en tono burlón mientras sorbía algunos mocos de su nariz—.

-Sii, esperamos que disfruten la cena, en especial nuestra salvaje mentora. —Dijo Luz muy erguida y sonriente—.

-Niña, no sonrías tanto, se te van a reventar las mejillas o algo. —Señaló Eda con la boca llena—.

-Perdón mmm y ¿qué tal la caminata?

-Bien, King se enterró algunos espinas pero Lilith pudo sacárselas con las pinzas para cejas que le regalaste.

-Genial, genial... —Dijo Luz mientras tamborileaba los dedos en la mesa—.

-¿No vas a acompañarnos a cenar? —Preguntó King—.

-Oh, cierto, me serviré un poco, gracias Grandulón. —Se levantaba Luz mientras sacudía el pelo de King—.

Todos volvieron a cena mientras Luz se servía y de la nada Luz interrumpió el silencio:

-Eda, ¿qué piensas de la mamá de Amity?

-¿De esa oráculo? Ja, debería preocuparse porque en su futuro sus hijos no la abandonen por indiferente. —Dijo Eda con malestar—.

-Jaja eres tan graciosa... —Luz intentaba aligerar el tema de Odalia—.

-¿Cuál fue el chiste? Es una terrible madre y lo digo yo que dejo que King coma golosinas hasta reventar.

-Oh, bueno, si he oído que puede ser un poco mandona y estricta con el círculo social de sus hijos.

-Es un dolor de colmillo, antes la tenía aquí todos los días que Amity venía, porque creía que yo le enseñaría vocabulario de la "bajeza" y quería impedir que eso ocurriera.

El Faro Morado-Lumity (The Purple Lighthouse) 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora