16} Rumores

357 60 24
                                    

Viernes, 11 de julio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Viernes, 11 de julio

Temari se estiró en el mar. Era una tarde fría como a veces son las tardes de julio en Japón, pero tenía que refrescarse, por lo que dio unas cuantas brazadas más, temblando de frío, y luego empezó a nadar.

Hinata se mecía un poco más allá, tumbada de espaldas y con los ojos cerrados por el sol. Tarareaba, chapoteaba y sonreía, pero Temari tardó un rato en averiguar qué le ocurría.

Luego lo entendió: Hinata era feliz.

En cambio Temari estaba enfadada. Ni siquiera ese biquini nuevo que tanto le favorecía la ponía de buen humor. Porque ¿de qué servía ser tan atractiva si no conducía a nada?

—¡Todavía no puedo entender que tú te hayas acostado y yo no! —gritó Temari con amargura.

No solo era el hecho de que Shikamaru no hubiera querido tener sexo el día anterior, lo más humillante era que Temari estuvo a punto de ponerse de rodillas y pedírselo. Tiritó en el agua helada. Si alguien se enterara se moriría.

—Pero tú puedes tener a quien quieras —dijo Hinata—. ¿Por qué no saliste a por otro? —Miraba a su amiga con tal complacencia que la hundió más aún.

No era que quisiera reprocharle nada a Hinata, pero ¿acaso una mujer podía ir por ahí con esa cara de satisfacción? ¿Ese tipo de satisfacción que solo puede dar una noche entera de sexo del bueno? Temari estaba a punto de gritar de envidia.

—Tú lo has hecho antes —añadió Hinata un tanto desconcertada y confusa. Como si no se diera cuenta de que lo de Shikamaru era algo totalmente distinto a las absurdas relaciones sexuales que Temari había mantenido toda su vida—. Esto está lleno de hombres, solo tienes que cerrar los ojos y señalar al que más te guste.

—De eso se trata —replicó Temari—. No me interesaba ningún otro hombre. ¿Me estaré poniendo enferma? No lo entiendo. Todo lo que hicimos fue hablar.

—A veces hablar es bueno. 

Temari no estaba de acuerdo.

—¿Salimos ya? —dijo—. Se me está congelando la vagina.

Fueron nadando hasta la orilla. Después de vestirse, cepillarse el pelo y embadurnarse la piel se dirigieron al paseo marítimo. Temari se escondió tras sus gafas de sol y un amplio sombrero. 

Hinata se lió un pañuelo de seda alrededor del pelo que le daba un aspecto muy elegante. Temari saludó a algunos conocidos con una leve inclinación de cabeza pero no se detuvo con nadie. No había concluido aún con lo de Shikamaru.

—He quedado con él para tomar café antes de que vuelvan a Tokio —dijo al tiempo que se preguntaba por qué se exponía a esa humillación. Él le había enviado un mensaje y ella había contestado que sí en vez de que no—. Por lo visto aún tenemos que hablar más. ¿No he dicho que detesto hablar?

Una Noche MásWhere stories live. Discover now