Parte 4

106 15 1
                                    




―¿No te vas? ― Todos habían salido del aula, solo Wei Ying se queda de pie junto a la puerta trasera del aula, esperándolo.

Lan Zhan inmediatamente recoge su mochila y tararea: ―Mm.

El pasillo está completamente oscuro y silencioso excepto por unas pocas luces naranjas y el sonido de los pasos de los dos jóvenes mientras bajan las escaleras.

Después de salir del edificio de enseñanza, el número de estudiantes en el camino aumenta. Todos encaminándose hacia los edificios de dormitorios en grupos de tres o cinco, algunos yendo a la calle comercial para tomar un refrigerio de medianoche.

―¿Quieres algo de comer? ―Wei Ying le pregunta: ―¿Qué tal salchichas a la parrilla?

Lan Zhan dice distraídamente: ―No es necesario.

―Vi que no comiste mucho en la cena, ¿cómo es posible que no tengas hambre ahora? ―Wei Ying no deja que se niegue. ―Espera aquí, iré a comprar un poco. ―Luego se abre paso entre la multitud.

Lan Zhan mira hacia arriba para ver la figura de Wei Ying alejándose y, por un momento, se siente tentado en volver corriendo al aula de clases y recuperar esa nota. 

Pasó toda la tarde de autoaprendizaje, dudando entre entregar o no la nota a Wei Ying. Incluso después de considerarlo detenidamente, nunca llegó a una conclusión. Finalmente, en el instante en que sonó la campana y se apagaron las luces, tomó una decisión en el calor del momento.

El escritorio donde había tirado la nota era el de Wei Ying. Ahora, se estaba arrepintiendo.

Fue demasiado impulsivo.

Se habían visto por primera vez hace muy pocos días, habían jugado juntos un fin de semana y sólo habían sido compañeros de escritorio un día. Lan Zhan lleva 17 años tranquilo; es la primera vez que hace algo tan impulsivo: confesarse a un joven que prácticamente acaba de conocer.

¡Realmente se ha vuelto loco!

¿Había tiempo para volver atrás...? La figura de negro que corre hacía él, le indica que fue demasiado tarde.

Wei Ying ya ha salido de entre la multitud con dos brochetas de salchichas en la mano, caminando rápidamente hacia Lan Zhan.

Lan Zhan contiene el impulso de huir en el acto, pero su expresión es tan tranquila que nadie lograría ver la más mínima diferencia.

¿Por qué está tan nervioso ahora? Wei Ying sólo podría ver esa nota mañana como muy pronto; si iba a estar nervioso, entonces debería ser mañana.

―Aquí― Wei Ying quien es completamente ajeno a los pensamientos de Lan Zhan en ese momento, le entrega una brocheta de salchicha aceitosa que luce de un fragante rojo picante. 

Lan Zhan lo agarra vacilante. Tiene un gusto natural por la limpieza y la comida ligera, así que no suele comer alimentos fritos o picantes, mucho menos en carretera.

Pero como es Wei Ying quien se lo compra... Es difícil para él no hacer una excepción.

Lan Zhan da una pequeña mordida experimental.

―No sabe tan bien si lo comes así― Wei Ying dice: ―Tienes que comerlo en grandes bocados para obtener el sabor. Mira, así. ―Mientras habla, muerde la salchicha y saca la brocheta, arrojando el resto fácilmente al bote de basura verde que se encuentra a un lado. No muy lejos de donde están parados, un niño pequeño comienza a llorar aferrado a la pierna de su padre.

Solo he tenido ojos para tiWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu