Tu partida

9 1 0
                                    

En la penumbra de la soledad, las sombras de tus recuerdos danzan en mi mente como fantasmas melancólicos. Cierro los ojos y aún siento el eco de tu risa en las esquinas de mis pensamientos. Las promesas rotas se entrelazan con los momentos de felicidad que ahora se desvanecen como estrellas fugaces en la vastedad del olvido.

La ausencia de tu presencia pesa en mi pecho, como un libro cerrado con páginas aún por descubrir. Las palabras no dichas se quedan suspendidas en el aire, como susurros no expresados que se desvanecen en la eternidad. La tristeza se convierte en un compañero silencioso, recordándome que algunas historias tienen finales abruptos, pero eso no invalida los capítulos compartidos.

En el crepúsculo de nuestro adiós, las sombras se alargan y la melodía del corazón se vuelve más lenta. Las lágrimas despiden sueños, y la esperanza se desvanece en un ocaso sin promesas. Así, en el último capítulo, nuestras memorias se deshojan como pétalos marchitos, y el eco de tu partida resuena como un trágico lamento en la desgarradora despedida de lo que fue.

Versos que llegan al Alma Where stories live. Discover now