¿Amantes?

629 29 10
                                    

Momento MayFer (31:43)
[Este capítulo tiene en su gran parte contenido sexual]

No puedo May- habló al teléfono encendiendo con su mano libre el cigarro que se encontraba en sus labios.

Mm- hizo un ruido de satisfacción al imaginarla.

No es bueno, no te regodees por esto- regaño dándole una calada.

¿Por qué no?- sonrió girando los anillos en su dedo.- es la manera en que tú cuerpo manifiesta que fue y sigue siendo mío.

Creeme que no es satisfactorio para mí- contesto mirando la cama desacomodada frente a ella.

Sé que no.- su risa se hizo presente.- pero para mí, sí.

Se quedaron en silencio un rato, escuchando sus respiraciones.

Me parece una traición completa por parte de mi cuerpo, el no poderme venír sin que me toques- suspiro retorciendo la colilla con cuidado en el cenicero.

Pobre de tu marido. Siempre supe que era mejor que el, desde la primera vez que te hice el amor y estuviste temblando en mis abrazos en cuestión de segundos.- exhaló con fuerza. - pero atente a tus consecuencias, negrita mía, tu lo elegiste a él por encima de todo, incluso por encima de mi y es algo que nunca te podré perdonar.- termino de hablar y colgó antes que la otra dijera algo.

Al otro día Fernanda a eso de las diez de la mañana apareció por la casa de la bajita, ya para esa hora Mayte había terminado de desayunar y estaba por cambiarse para comenzar su ejercicio cuando el teléfono de seguridad sonó para informarle una visita.

¿Que haces aquí?- pregunto con dureza cerrando su bata sobre la ropa interior al abrir la puerta.

Te necesito- dijo pasando por su lado, caminando hacia la sala.

La pelirroja cerro la puerta cerrando los ojos, eso no lo tendrían que estar haciendo y lo sabían perfectamente. Al escuchar voces se apresuró a ir tras la morocha encontrandola hablando con Mika y Sarita.

Seño Fer, siempre es un gusto tenerla por aquí- sonrió la mujer mientras terminaba de levantar los platos.

Gracias, espero que mis visitas sean más recurrentes ahora que trabajaré un poco más con May- habló sin percatarse que la otra estaba detrás suyo.

Vamos, Fernanda, no interrumpas lo que están haciendo.- susurro en su oido poniendo una mano sobre su cintura, apretando la piel tierna.

Si, mi May- obedeció conteniendo un gemido.

Con tranquilidad subieron las escaleras hasta el cuarto de la mayor y una vez la puerta cerrada con llave, la de cabello rizado no dudo en abalanzarse sobre ella.

¿Me extrañaste?- sonrió entre besos.

La menor no respondió con palabras sino con hechos, tomo a la pelirroja por las caderas, uniendo su cuerpo con el de ella. Se besaron varios instantes más hasta que las manos suaves de la más alta desataron la bata de Mayte.

Vamos a la cama- suplico apretándole los pechos.

Allí se dirigieron, la mayor desvistió con rapidez a la otra dejándola desnuda sobre el colchón antes de quitarse por completo lo que la cubría, quedando en un conjunto de encaje azul. Subió sobre ella, volviendola a besar mientras le acariciaba el muslo por la parte externa.

Por favor May- susurro.

Sabiendo que necesitaba, bajo con besos hasta sus pechos y tomo un pezón entre sus labios succionando con suavidad mientras pellizcaba con delicadeza el otro, turnando en hacer eso con los dos sin dejar desatendido ninguno. Su mano libre viajo desde el muslo hasta la intimidad de la otra sin tocarla del todo, solo apoyando las llemas de los dedos contra su humedad haciendola retorcerse bajo su tacto.

Relatos de MayFer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora